Albireo

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¡Alerta sangre!

De nuevo aquella molesta alarma volvió a sonar, la diferencia es que está vez si era sábado, así que no debía preocuparse por llegar tarde como la vez pasada.
Una mano se acercó al teléfono para apagarla, pero está vez era la del científico. Ella escucho como esta se apagaba y se acurrucó al pecho del muchacho, el cuál re-acomodo la cobija de estrellas que los cubría a ambos.
Podían sentir los rayos de sol colarse por la ventana, acalorando los rostros de ambos. El ventilador compensando aquello calor solar y corporal que se emitían mutuamente con ráfagas de viento que movía sus cabellos. Había encontrado la posición perfecta para que ninguna de sus heridas doliera, y no pretendía moverse ni un milímetro. Aún con la vergüenza que la inundaba al ser mirada por sus amigos y byakuya decidió mantenerse quieta y fingir que no se había dado cuenta. Todavía con los ojos cerrados empezó a enrojecerse levemente por la situación.

Susurros se empezaron a oír en la habitación.

-no sabía que eran pareja...-mencionó la castaña con ambas manos en su boca, sorprendida.

-no lo son.-dijo con seguridad byakuya en el mismo tono de voz- _______ tiene problemas para dormir según lo que me explico senku, así que lo abraza para poder quedarse dormida.

-ohh ya veo. aunque, pensándolo bien, harían muy buena pareja, se ven lindos juntos.

-pienso igual. además, los dos rechazan el amor de igual forma. Hasta en eso se parecen.

La chica rió por lo bajo.

-tiene razón, byakuya-san-dijo con una sonrisa- hasta en eso se parecen.

-¡Si! ¡Serían la mejor pareja científica del universo!-

-¡Shh! ¡Taiju!- lo callaron ambos para evitar despertar a los jóvenes.

Al ver que senku empezó a abrir los ojos, todos corrieron en cuclillas fuera de la habitación y cerraron la puerta con cuidado. Yuzuriha pasó una nota bajo la puerta de la habitación y, junto a taiju, salieron de la casa sin no antes despedirse y agradecerle a byakuya por todo.

El muchacho se levantó cuidando no "despertar" a la rubia. La arropó bien y miro la nota.

"Buenos días senku, _____. No quisimos despertarlos así que taiju y yo pensamos dejar esta nota. Muchas gracias por todo lo de ayer, nos divertimos mucho, y ojalá podamos repetirlo. También lo lamentamos por las heridas de ______ y esperamos que sanen pronto. El señor Byakuya hizo desayuno y nos pidió que les avisaramos que cuando despierten no estará, así que sírvanse cuánto gusten. De nuevo gracias por todo y esperamos estén bien. ¡Nos vemos el lunes!"

Senku dejo la nota sobre su escritorio y se hizo una cola de caballo, ya que su cabello se había caído durante la noche porque la rubia habia estado jugando con el para conciliar el sueño. Se puso unas pantuflas que estaban cerca de su cama y fue a la cocina procurando no hacer ruido.

Cuando la habitación quedó sola, la rubia se retorció en la cama blanca y se escondió bajo la gruesa cobija. No pudo evitar sentirse avergonzada por haber Sido vista de forma tan vulnerable por el muchacho. A ella no le gustaba verse vulnerable, solo en quienes más confiaba permitía que la vieran de esa forma, Y haber llorado en el pecho del científico la hacía sentir patética, pero le dió ternura ver cómo el la consolaba sin decir una palabra, la acobijaba y procuraba no despertarla. Sentía ternura por como el la cuidaba, y se sentía querida.

El volvió con el desayuno de ambos en sus manos, dejo los platos sobre la mesita de noche al lado de su cama y volvió a la cocina por dos tazas de chocolate caliente (el de ella estaba a temperatura ambiente).

Relativity; Force of attraction (Senku x tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora