La cabaña [Eremika]

2

El día estaba bastante cálido y no teníamos nada más por hacer, así que Eren y yo decidimos salir a caminar por el bosque.

Nuestros brazos estaban entrelazados mientras caminábamos, además había un cómodo silencio por el camino, solo escuchábamos a los pajaritos cantar. Luego de un rato, llegamos a un lugar en el que pudimos sentarnos sobre el pasto, debajo de unos árboles y saqué unos emparedados de una canasta que llevaba en el brazo que tuve libre todo este tiempo.

-Están muy ricos- dijo animado luego de probar uno, lo cual me hizo sentir calor en mis mejillas.

-Gracias- creo que siempre seremos tímidos ante los cumplidos del otro.

-¿Qué deseas hacer después de esto?- preguntó en cuanto tragó otro bocado.

-¿Después de este paseo?

-Sí- respondió mientras asentía con la cabeza.

-Creo que quiero descansar, todos los días tenemos algo que hacer, deberíamos aprovechar que estamos libres.

- Tienes razón- dicho esto rodeó la parte superior de mi cuerpo con sus brazos, al parecer ya había terminado su alimento. En verdad me encantan sus abrazos. Apoyé la parte trasera de mi cabeza en su hombro.

-Eren...

-Dime...- su voz se oía relajada.

-Tú en verdad me gustas- confesé con timidez.

-Lo sé y tú también me gustas y más que eso, por esa razón es que estamos aquí, los dos solos, disfrutando de la naturaleza y el día soleado- hizo una pausa -. Por cierto, hace calor y de todos modos traes la bufanda.

-Oh, aun no era tiempo de lavarla- aclaré.

-Después de todo este tiempo solo te la quitas para lavarla.

-No, yo... cuando hace mucho calor también me la quito.

-Pero hoy hace calor.

-No lo suficiente.

-Está bien- rio levemente ante mis palabras y apoyó su mentón en uno de mis hombros para luego darme un beso en la mejilla, a lo que yo respondí con una caricia en la suya. Posteriormente tomamos una pequeña siesta abrazados en el lugar.