La cabaña [Eremika]

6

Era día de entrenamiento, asi que me levanté temprano, incluso antes de que Eren despertara, pues debía que aprovechar la mañana.

Siempre entreno al aire libre, excepto si llueve.

Mi rutina fue trotar hasta un lago que se encontraba no muy lejos de la cabaña, estando ahí descansé un momento y me regresé trotando nuevamente. Ya habiendo regresado me dispuse a hacer ejercicio para mejorar mi resistencia y fortalecer mis músculos, no sabemos en qué momento podrían encontrarnos y si eso llegase a ocurrir tengo que estar preparada para defendernos.

Cuando me encontraba haciendo estiramientos para finalizar el entrenamiento, sentí unas manos posarse sobre mis hombros, así que volteé mi cabeza.

-Buenos días- Eren me saludó con una sonrisa.

-Buenos días- le devolví también con una sonrisa.

-Pudiste haberme despertado para entrenar contigo- sugirió.

-Oh... lo siento- le dije a la vez que me volteaba.

-¿Ya terminaste?, quiero que pruebes la limonada que hice- su voz y expresión facial delataban que estaba emocionado.

-Genial, tengo mucho calor y sed, me vendrá muy bien- me levanté del suelo, ya que estaba sentada en el pasto, y nos dirigimos al interior de la cabaña.

En la mesa de la casa habían dos vasos y una jarra donde se podía ver el jugo, la cocina estaba un poco hecha un desastre, a pesar de que era solo una limonada. Eren se ha dedicado a mejorar sus habilidades culinarias, ya que él quiere hacer todo lo que pueda por mí.

Iba a tomar la jarra para servirme limonada en el vaso, pero Eren se acercó rápidamente a evitarlo.

-Tú solo siéntate y prueba- me indicó, a lo que hice caso y me senté frente a él. Me sirvió limonada y me tendió el vaso para que yo lo tomara. Bebí el líquido bastante rápido por la sed que tenía a causa del entrenamiento y en cuanto me terminé el contenido del vaso le sonreí.

-Estás mejorando bastante- le dije.

-¿En serio?- preguntó emocionado.

-Por supuesto, ahora siéntate, prepararé el desayuno.

-Dijiste que debíamos cocinar juntos.

-Tienes razón- en cuanto dije eso se acercó a mí, me agarró por la cintura y me besó en los labios, beso que correspondí. Luego de eso comenzamos a preparar nuestro desayuno.