《La muerte no es más que la siguiente gran aventura》
-Albus Dumbledore
Auriga Malia Malfoy Black estaba lista para morir... ella recibió a la muerte como una vieja amiga.
Pero todo se complicó, cuando en lugar de morir en el bosque prohibido, como...
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•Piedra, papel o tijera•
-¡Mamá, eres tu?- pregunto una aguda voz en cuanto Malia salió de la chimenea.
La rubia miró al rededor, a esa casa en la que había pasado los momentos más felices de su vida. Sin darse cuenta, choco con un pequeño niño pelirrojo que corría por la casa.
-Lo siento- dijo el niño- creí que eras mi mamá
Malia se quedó muda al verlo, no hacía falta pensar mucho para darse cuenta de quién se trataba. El pequeño Bill Weasley, de unos 5 años aproximadamente.
La rubia no pudo evitar sonreír de ternura al ver al pequeño. Pensando las veces que el hermano mayor de los Weasley la había cargado en hombros, o había despeinado su cabello. -Bill, te dije que lavaras tus manos- dijo la voz de Molly, saliendo de la chimenea, mientras veía a su hijo con el ceño fruncido
Bill miró sus manos sucias, y las escondió rápidamente tras su espalda. Molly no pudo evitar sonreír, al igual que Malia
-Ve a lavartelas, ya pronto estará la cena- pidio- Cariño, si quieres sube tus cosas a la habitación, es la primera puerta del pasillo
-¡ Yo la llevo mami!- exclamó el pequeño Bill, tomando la mano de la rubia y guiandola hasta el piso de arriba
La rubia conocía la madriguera de arriba a abajo, pero aún así se dejó guiar por el niño. Al abrir la puerta se sintió algo triste al ver la habitación de los gemelos por primera vez sin todas sus cosas. -Estas bien?- pregunto el pequeño niño al ver la cara de tristeza de la rubia
-Si, solo estoy un poco cansada- respondió
-Ah, pues duérmete- dijo simplemente el niño, logrando hacer reír a Malia
-Bil...mila el dlagon - dijo una voz en la puerta
Un pequeño niño de no más de dos años se encontraba corriendo a un pequeño dragón echo de lo que parecían ser fuegos artificiales.
-¡Charlie no corras!- exclamó una voz, pasando por el pasillo persiguiendo al pequeño niño
-Es mi hermano Charlie... ama los dragones- explicó el pequeño Bill a la rubia
