(En la espléndida ciudad de Mondstadt, donde los vientos de Anemo danzan entre los árboles y las torres, Aether, el Viajero, había encontrado un refugio acogedor. Jean, la Maestra Intendente y valiente Caballero de Favonius, se encargaba de mantener el orden y la paz en la ciudad. Sin embargo, sus sentimientos por Aether iban más allá de la simple devoción por su deber).Jean (con dulzura): Aether, gracias por todo lo que haces por Mondstadt. Tu presencia ilumina nuestros días.
Aether (agradecido): No es nada, Jean. Estoy feliz de poder ayudar.
Pero detrás de la máscara de la amabilidad de Jean, se escondía una obsesión creciente. Desde lo más profundo de su corazón, Jean anhelaba tener a Aether a su lado, no solo como un aliado en la lucha contra las fuerzas oscuras, sino como algo más.
Una noche, después de una reunión en la sede de los Caballeros de Favonius, Jean decidió expresar sus sentimientos de una manera más directa. Invitó a Aether a un tranquilo rincón de Mondstadt, bajo la luz de la luna, creando un ambiente íntimo.
Jean (mirando a Aether con ternura): Aether, hay algo que necesito decirte. Mi corazón late más rápido cada vez que estás cerca.
Aether (sorprendido): Jean, yo...
Antes de que Aether pudiera terminar su frase, Jean sacó su espada y, con movimientos rápidos, creó una barrera de viento que los aisló del mundo exterior.
Jean (sonriendo de manera inquietante): Aether, quiero que seas solo mío. Quiero que sientas lo que yo siento.
Aether (nervioso): Jean, esto no está bien. Somos compañeros, pero...
Jean (interrumpiendo): Shh, no digas nada. Solo siéntelo.
Con un movimiento grácil de su espada, Jean obligó a Aether a arrodillarse. La barrera de viento se cerró más a su alrededor, limitando su espacio de movimiento.
Aether (preocupado): Jean, esto es demasiado...
Jean (con voz dulce pero peligrosa): Aether, no te preocupes. Esto es por nuestro bien.
Y así comenzó el descenso de Aether a un mundo de control y obsesión. Jean, en su devoción enfermiza, utilizaba sus habilidades Anemo para mantenerlo a su merced. Los días se volvieron una mezcla confusa de castigos y premios, donde la voluntad de Aether se desvanecía lentamente.
Jean (sonriendo de manera maníaca): ¿Ves, Aether? Esto es lo mejor para nosotros. Juntos por siempre.
Sin embargo, en medio de la obsesión de Jean, algo se quebró en Aether. La chispa de su espíritu aventurero se apagó, y sus ojos perdieron el brillo. Aunque Jean veía su "unión" como un triunfo, Aether se hundía cada vez más en la desesperación.
(El tiempo pasaba inexorablemente, y Aether, aunque inicialmente resistente, comenzó a ceder ante el persistente yandere de Jean. La constante alternancia entre castigos y premios creó una extraña dinámica en su relación. Aether, cada vez más sometido, encontraba cierta seguridad en la rutina de su vida controlada).
Jean (acariciando el rostro de Aether): Mi amor, estás aprendiendo a apreciar esto, ¿verdad?
Aether (sumiso): Sí, Jean. Esto es lo mejor para nosotros.
La expresión de Aether, una vez llena de determinación y libertad, se había transformado en una mirada dócil y conformista. La obsesión de Jean se alimentaba de la sumisión de Aether, y él, incapaz de resistirse, se encontraba cada vez más aferrado a ella.
Jean (sonriendo con satisfacción): Así es como debería ser. Juntos por siempre.
Sin embargo, esta aceptación de Aether no era un reflejo de felicidad, sino más bien un síntoma de su resignación. En el fondo de su ser, el espíritu aventurero que solía arder con intensidad se apagaba lentamente.
Jean (mirando a Aether con cariño): Estoy haciendo esto por nuestro bien, mi amor. Pronto entenderás.
Aether, sin expresión alguna, asentía con la cabeza. La conexión que compartían, lejos de ser una unión amorosa, se había convertido en una amalgama tóxica de control y dependencia.
En este extraño vínculo, los días se volvían monótonos y predecibles. Aether seguía las órdenes de Jean sin cuestionarlas, mientras ella, cada vez más inmersa en su delirio yandere, encontraba placer en cada gesto de sumisión.
Jean (acariciando el cabello de Aether): Eres todo mío, Aether. Y así será por siempre.
La ciudad de Mondstadt, en apariencia tranquila, guardaba en sus callejones la historia de una obsesión que se desbordaba peligrosamente. Mientras Jean veía su relación con Aether como una victoria, él, en su interior, anhelaba la libertad que una vez tuvo.
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ONE SHOTS GI - Edición Yandere GENSHIN IMPACT
RandomSe irán redactando historias yandere de los personajes de genshin impact. Habrá alerta de contenido +18 Los personajes del videojuego no son de mi autoría todos son de Hoyoverse. Créditos para los autores de algunas imágenes que iré subiendo. Espe...