En una sala oscura y lujosa de la Hacienda Kamisato, Ayaka, Yae, y Yoimiya se reunían en secreto, sus expresiones serias y tensas. Habían ideado un plan para liberar a Aether, que ahora se encontraba en las garras de la Shogun Raiden. Aunque Ayaka estaba visiblemente afectada por los eventos recientes, Yae mantenía su típica calma, mientras Yoimiya escuchaba atentamente.
Yae (con serenidad): Me encargaré de todo. Tengo una reunión con la Shogun pronto. Es ahí donde liberaré a Aether. Confíen en mí.
Ayaka, que aún no podía ocultar su preocupación, asintió, aunque en su interior se debatía entre la desesperación y el deseo de actuar por sí misma.
Ayaka (con voz preocupada): ¿Estás segura de que funcionará, Yae? La Shogun no es fácil de manipular... y Aether... él...
Yae (sonriendo con malicia): No te preocupes, pequeña Ayaka. Sé cómo jugar este juego. Raiden puede ser la Arconte Electro, pero incluso ella tiene sus debilidades.
Yoimiya, siempre optimista, intentó aliviar la tensión con una sonrisa.
Yoimiya (tratando de aligerar el ambiente): Si alguien puede hacer esto, es Yae. ¡Además, tenemos los fuegos artificiales como plan de respaldo si todo falla!
Yae solo sonrió ante la energía de Yoimiya, pero sabía que este sería un juego delicado, donde cada palabra y acción contaría. Con un gesto decidido, se levantó y se dirigió hacia el Palacio de la Shogun.
En el imponente palacio de la Shogun, Yae fue recibida con respeto por los guardias. Sabían que la sacerdotisa tenía una relación cercana con Raiden, por lo que no hubo objeciones para dejarla pasar. La sacerdotisa caminaba por los pasillos, con una sonrisa calmada en su rostro, pero por dentro, su mente no dejaba de pensar en Aether y cómo podría sacarlo de ahí.
Finalmente, llegó a la sala principal, una vasta habitación con grandes ventanales que dejaban entrar la luz del crepúsculo. Se sentó en una silla elegante, mientras esperaba a Raiden, quien nunca era puntual. Yae, aunque mantuvo su compostura, no podía dejar de imaginar a Aether en la condición en la que se encontraba. Algo dentro de ella se removía con cada pensamiento sobre él.
Finalmente, las grandes puertas se abrieron, y la imponente figura de la Shogun Raiden entró, con su mirada fría y calculadora. Aether venía detrás de ella, pero no caminaba libremente. Raiden lo llevaba sujeto por una cadena, que estaba conectada al collar que le había puesto anteriormente. Cada vez que Aether intentaba resistir, un leve destello Electro lo sometía, obligándolo a seguirla dócilmente.
Shogun Raiden (con tono autoritario): Siéntate, Aether.
Sin más, Raiden tiró de la cadena, obligando a Aether a sentarse en el regazo de la Shogun. Ella comenzó a acariciar su cabello, sus gestos fríos pero posesivos. Yae observaba, manteniendo su sonrisa habitual, pero internamente sentía una mezcla de rabia y frustración.
Yae (con tono calmado): Parece que estás disfrutando mucho de tu nuevo trofeo, Raiden.
Shogun Raiden (con un aire de superioridad): Claro que lo estoy. Aether ha demostrado ser un guerrero digno, casi igualando mi fuerza. Ahora, es mío. Nadie más tendrá lo que yo he reclamado.
Yae observó cómo Raiden acariciaba a Aether, quien se mantenía en silencio, su mirada llena de resignación. Intentó acercarse para tocar a Aether, buscando una forma de liberarlo discretamente, pero Raiden lo impidió de inmediato, colocando su mano firmemente sobre su "trofeo".
Shogun Raiden (con una sonrisa gélida): No te acerques demasiado, Yae. Él me pertenece ahora. ¿O acaso tienes algo que decir al respecto?
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ONE SHOTS GI - Edición Yandere GENSHIN IMPACT
De TodoSe irán redactando historias yandere de los personajes de genshin impact. Habrá alerta de contenido +18 Los personajes del videojuego no son de mi autoría todos son de Hoyoverse. Créditos para los autores de algunas imágenes que iré subiendo. Espe...