🍻🧊Aether x Rosaria🧊🍻

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Rosaria, la monja oculta de la catedral de Mondstadt, se desplazaba sigilosamente por los alrededores de la ciudad, asegurándose de que la paz y la seguridad prevalecieran en la región. Su figura vestida de blanco y su aura de devoción a Barbatos, el arconte, la ayudaban a pasar desapercibida entre los habitantes locales. Sin embargo, bajo su apariencia de monja se escondía una verdadera justiciera de la noche, lista para enfrentar cualquier amenaza que acechara a Mondstadt.

En una luminosa mañana, mientras patrullaba entre los árboles y los campos cercanos a la ciudad. En medio de su ronda, sus ojos se posaron en un forastero rubio que parecía perdido. No perdiendo tiempo, se acercó sigilosamente y lo capturó, llevándolo a un rincón apartado.

Forastero: ¿Eh? ¡Espera, espera! No soy una amenaza, solo estoy buscando un lugar para descansar.

Rosaria, cruzando los brazos con una mirada desafiante: ¿Y qué asuntos te traen a Mondstandt? No cualquiera puede entrar y esperar ser bienvenido.

Forastero, tratando de mantener la calma: Estoy viajando y escuché sobre la belleza de esta ciudad. Pensé que podría encontrar refugio aquí.

Rosaria, con escepticismo: La belleza no es suficiente para ganarte la bienvenida aquí. ¿Quién eres y qué haces realmente?

Forastero: Soy un aventurero, solo tratando de encontrar mi camino en este mundo.

Rosaria, estudiándolo con atención: Muy bien, aventurero. Pero ten en cuenta que no es seguro deambular por aquí sin autorización. Deberías agradecer que te haya encontrado antes de que otros lo hicieran.

Forastero, aliviado: Gracias por no haberme hecho daño. ¿Puedes indicarme cómo llegar a la ciudad?

Rosaria, señalando con frialdad: Sigue ese camino, llegarás a Mondstandt. Pero recuerda, si haces algo sospechoso, estaré observando.

Forastero: Lo tendré en cuenta. Gracias, monja.

Rosaria, con un tono gélido: No me llames "monja". Me llamo Rosaria. Ahora vete.

El forastero asiente rápidamente y se apresura a seguir las indicaciones de Rosaria. Ella lo observa hasta que desaparece de su vista, y con una expresión seria, continúa su patrulla por los alrededores de Mondstandt.

Rosaria continuaba su patrulla con paso firme y decidido, alerta a cualquier posible amenaza que pudiera acechar los alrededores de Mondstandt. En ese momento, una majestuosa águila se aproximó y dejó una carta en sus manos. Al abrir el pergamino, sus ojos recorrieron las palabras con seriedad, indicando que su presencia era requerida de inmediato.

Rosaria, frunciendo el ceño con determinación, giró en su lugar y emprendió una veloz carrera de regreso a la sede de los Caballeros de Favonius. Al llegar, se dirigió directamente hacia Jean, quien estaba ocupada revisando algunos documentos.

Rosaria: Jean, he recibido una llamada urgente. Parece que requieren mi presencia de inmediato.

Jean, levantando la mirada: ¿Otra vez, Rosaria? Parece que no te dan tregua. ¿De qué se trata esta vez?

Rosaria, entregándole la carta a Jean: No estoy segura, pero parece ser importante. Tengo que partir de inmediato.

Jean, leyendo la carta con preocupación: Entiendo. Ve y atiende tus asuntos. Si necesitas algo, no dudes en contactarme.

Antes de marcharse, Rosaria se detuvo un momento al notar la presencia del forastero rubio que había encontrado previamente. Con su actitud fría y dominante, se dirigió hacia él.

Rosaria: ¿Y tú? ¿Qué haces aquí? ¿Acaso te he dicho que puedes quedarte en Mondstandt?

Jean, interponiéndose suavemente: Rosaria, este es Aether. Lo he invitado a unirse a los Caballeros de Favonius. Él es un nuevo miembro y debemos darle la bienvenida.

ONE SHOTS GI - Edición  Yandere GENSHIN IMPACTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora