insecurity
Haerin era una persona muy insegura con su cuerpo, odiaba verse al espejo y verse cada día más gorda según ella. Habían días que no comía nada por verse al espejo y esperar a que adelgace.
Danielle estaba al tanto de cada momento de inseguridad que tenía su novia, no sabía que más hacer para que Haerin se vea como la hermosa persona que es.
Allí se encontraba, viéndose al espejo mientras retenía las lágrimas.
— ¿Por qué tienes que ser tan gorda, Kang Haerin? — Se preguntó a ella misma mientras veía su abdomen. Suspiró y se limpió las lágrimas antes de que su novia llegara a la habitación.
Danielle entró con su celular en manos, miró a Haerin y sonrió ampliamente mientras veía a la mujer más hermosa del mundo.
— Hola, mi amor — Sonrió antes de besar las mejillas de la Coreana —. Eres tan hermosa.
Haerin la miró a los ojos y no pudo evitar soltar un par de lágrimas. Era increíble como Danielle quería hacerla sentir amada siempre.
— ¿Que pasa? — Preguntó Danielle mientras envolvía a su novia en sus brazos. Haerin comenzó a sollozar en su pecho —. ¿Inseguridades?
Haerin asintió.
— Haerin, ven — Pidió Danielle mientras se paraba frente a aquel espejo. Haerin se paró junto a ella mientras secaba sus lágrimas —. ¿Qué es lo que te molesta de tí?
Haerin miró su cuerpo y miró a Danielle.
— Todo. Todo me da asco.
— Señalame que no te gusta de tí.
Haerin comenzó a señalar su cara, entonces Danielle se acercó a ella y comenzó a dejar cortos besos en su pequeño rostro.
— Mira al espejo, no me mires a mi.
Haerin volvió a mirar al espejo y señaló todo su cuerpo. Danielle besó una y cada una parte de su delicado cuerpo mientras Haerin veía con lágrimas en sus ojos.
— Eres perfecta y hermosa, no debes decir eso de tu hermoso cuerpo — Susurró abrazándola por la cintura. Haerin mordió su labio inferior en un intento de callar su llanto.
— Lo dices porque eres mi novia, Dani. Estoy segura de que si no fuéramos novias, no dirías eso.
— Estoy segura de que hay miles de personas que te ven hermosa, porque lo eres. Pero no me importan los demás, mis ojos siempre te verán como la hermosa que eres. Nada va a cambiar que seas hermosa. Ni tu, ni un tonto espejo.
Haerin la tomó por las mejillas y unió sus labios en un suave beso. Danielle la guío hacia la gran cama y ambas se acostaron a llenarse de mimos.
— Eres lo mejor que me pasó en la vida, Danielle — Susurró Haerin contra el pecho de su novia. Danielle sonrió para luego dejar un corto beso en la frente de su amada.
— Tú eres lo mejor que me pasó en la vida, no puedo explicar lo que me haces sentir.. Aunque a veces me regañes por dejar el baño mojado, te amo igual — Ahora la que susurraba era Danielle. Haerin rió contra su pecho.
Parecía un gatito ronroneando.
— ¿Tú no tienes inseguridades? En estos dos años, nunca te escuché quejarte de tu apariencia.
— Todos tenemos inseguridades — Respondió Danielle —. Algunos tenemos más que otros, pero todos tenemos.
Haerin suspiró.
— Las inseguridades son tontas, la gente no debería tenerlas — Murmuró Danielle mientras se levantaba de su lugar y se quedaba frente a Haerin. Encendió su celular y se logró ver su fondo de pantalla, era una foto de Haerin durmiendo —. Mírate, Haerin, eres perfecta hasta cuando duermes.
Haerin sonrió tímidamente mientras veía a su novia.
— Eres hermosa, amor — Chilló antes de atacar las mejillas de su novia con puros besos sonoros —. No me cansaré de decírtelo todos los días.
— No se que hice para merecer alguien como tú — Se quejó Haerin haciendo un tierno puchero. Danielle sonrió ante ello —. ¿Te casarías conmigo?
— Aún somos jóvenes, pero te prometo que serás mi esposa en un futuro no tan lejano — Respondió Danielle con una risa adorable —. ¿Tendremos hijos? quiero una mini versión de tí.
— ¿De mí? — Preguntó. Danielle asintió —. Adoptemos un gatito.
— Oye, no es una mala idea — Sonrió Danielle mientras se dejaba caer arriba de su novia, la cual la besó al instante —. ¿Quieres adoptar un gatito conmigo?
— ¿Hablas en serio, amor? — Preguntó riendo. Danielle asintió rápidamente.
— ¡Claro que sí! — Respondió recostandose al lado de la coreana mientras encendía su celular—. Busquemos en internet algún refugio y vayamos a buscarlo.
— Bien — Sonrió.
Pasaron la tarde buscando gatitos para adoptar hasta que dos de ellos les llamaron la atención.
— ¡Mira este que lindo! — Chilló Danielle viendo al pequeño gatito color amarillo. Haerin asintió —. Se parece a tí.
— Me gusta este — Apuntó a un gato blanco con ojos celestes.
— Adoptemos ese entonces, amor — Asintió viendo la foto del pequeño gato.
Al día siguiente fueron a adoptar al pequeño, Haerin se enamoró de él a primera vista, cosa de Danielle pudo notar e inmediatamente hizo un berrinche por la atención que le daba al pequeño gato.
— ¡Haerin-ah! — Se quejó viendo a su novia. Haerin estaba bastante ocupada acariciando a su hijo felino que casi ni miró a Danielle en todo el día —. Amor..
— ¿Que pasa? — Preguntó aún sin verla. Danielle se cruzó de brazos mientras fruncía las cejas. Haerin la miró y miró al pequeño gato que dormía serenamente. — Ay, amor.. Ven aquí.
— ¿Se tiene que dormir para que me prestes atención? — Preguntó en un tono ofendido. Haerin sonrió mientras seguía a su novia —. Ya se me fueron las ganas de tener un hijo.
Haerin soltó una carcajada mientras abrazaba a su novia.
— Ya, perdón — Se disculpó mientras dejaba besos en sus labios —. ¿Me perdonas?
— Depende... Si me das más mimos a mi que a él te perdono.
Haerin asintió. No podía creer lo caprichosa que era su novia.
La pareja se acostó en la gran cama mientras Haerin comenzaba a darle miles de mimos a su novia, y así mutuamente hasta que cayeron dormidas.
Las inseguridades de Haerin ya no la molestaban tanto, se mantenía ocupada estando con su hijo y su novia, ya casi no tenía tiempo de mirarse al espejo.
Amaba que Danielle siempre trataba de hacerla sentir bien, no importa si ella no estuviera bien, siempre lograba sacarle varias sonrisas a Haerin.