reconciliation
Danielle y Haerin son ex novias que se siguen viendo por un vínculo que tienen: La hermana pequeña de Haerin.
Cuando Danielle era novia de Haerin, la hermana pequeña de la coreana amaba tanto a Danielle, que Danielle tenía que verla aún cuando se separó de Haerin.
Golpeó la puerta en la casa de Haerin y abrió ls coreana.
— Hola, pasa — Murmuró mientras se hacía a un lado —. Hyein salió con Jungwon, no debe tardar en venir.
¿Jungwon, quien es ese? Pensó la australiana.
— Genial, la esperaré entonces.
Haerin la guío hasta la cocina. Danielle sonrió recordando los flash back que tenía con Haerin en aquel sitio.
¿Se preguntarán por qué terminaron? Ni ellas mismas sabían la razón exacta, simplemente decidieron tomar rumbos diferentes.
— Es muy agradable de tu parte que vengas a ver a Hyein — Sonrió Haerin. Danielle asintió en forma de que siga hablando —. Pero, siento que debe ver la realidad.
— ¿Realidad?
— Terminamos, Danielle — Respondió mientras la veía a los ojos —. Va a llegar el día sue Hyein nos va a tener que ver con nuestras parejas y va a tener que soportarlo.
Danielle iba a hablar pero unas risas interrumpieron la conversación.
— ¡Dani! — Chilló la pequeña Hyein. Danielle se dió vuelta para recibir a la pequeña, que se tiró a ella en un abrazo —. ¡Te extrañé mucho!
— También yo, pequeña — Sonrió mientras la cargaba —. Te traje un regalo.
Los ojos de Hyein brillaron mientras veían a la australiana.
Danielle sacó de su mochila una bolsa de gomitas que Hyein amaba.
— ¡Te quiero mucho! — Sonrió mientras tomaba las gomitas —. Son mis favoritas.
— Lo sé — Respondió mientras bajaba a Hyein —. No te las comas todas, sabes que a Haerin no le gusta eso.
— Amargada — Se burló. Danielle rió al ver la cara de la Coreana —. Voy a cambiarme de ropa, en seguida vuelvo.
Después de decir eso corrió a su habitación.
— Hola, un gusto — Habló aquel chico que hasta el momento no había omitido ningún sonido —. Soy Jungwon.
Danielle lo miró e hizo una mueca.
— Marsh Danielle, un gusto.
Ambos estrecharon sus manos mientras se veían a los ojos. Haerin tragó saliva al ver aquella mirada de su ex novia.
— Jungwon, gracias por cuidar a Hyein — Interrumpió Haerin con una sonrisa amable —. Se llevan muy bien, eso es bueno.
Danielle la miró y miró a aquel chico.
— No es nada, Rinnie — Sonrió.