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you're mine

Eran solo dos adolecentes tratando de satisfacer sus necesidades, pero Haerin ansiaba que fueran algo más que dos personas yéndose a la cama cuando entraban en un momento de calentura.

Marsh Danielle era la chica más sexy y popular que Haerin conocía, toda la escuela deseaba tener aquel vínculo con Danielle.

Eran totalmente opuestas. Haerin se dedicaba a estudiar y tener esa faceta de niña buena, cosa que a Danielle le encantaba.

— Hola, gatita — Saludaba Danielle, posicionando su cuerpo al lado del casillero de Haerin —. Que bien te ves.

— Hola, Danielle.

Se deben estar preguntando ¿si Haerin es una chica buena por qué se acuesta con Danielle?

Porque le atrae, no solo eso.

Le gusta.

Sabía que sus sentimientos no eran correspondidos porque Danielle se acuesta con cada chica que llame su atención, pero con Haerin era diferente. Haerin la encendía en todos los sentidos.

— ¿Tienes algo que hacer después de clases? — Preguntó viéndola con una sonrisa en el rostro. Haerin desvió la mirada y sonrió —. ¿Eso fue un "no"?

— Tengo que estudiar para matemática, lo lamento.

Danielle pasó una mano por su cabellera castaña, gesto que a Haerin la volvía loca.

— Vamos, tienes tiempo — Murmuró acercándose un paso más hacia Haerin —. ¿Si?

Haerin aclaró su garganta y subió sus lentes. Danielle mordió suavemente su labio, haciendo que a la más baja le tiemblen las piernas.

— Supongo que podría estudiar más tarde — Murmuró.

Danielle dejó ver una sonrisa satisfecha.

[...]

— Danielle-ah — Gemía la coreana en el regazo de Danielle, la cuál estaba concentrada en hacer bien su trabajo.

Haerin subió sus lentes mientras tiraba su cabeza hacia atrás.

— No sabes cuánto me gusta que hagas eso — Murmuró Danielle con un tono áspero gracias a la excitación —. Todo de ti me gusta.

La besó, y aunque Haerin sabía que lo que ellas tenían no tendría futuro, correspondió a ese beso como si de verdad se fueran a querer para algo más que sólo aquel momento.

Finalmente se separaron y se vistieron, como lo hacían siempre. Cuando estaban en ese momento todo se sentía especial, pero cuando terminaban y se tenían que ir, ambas tenían que bajar de aquella nube.

— Me tengo que ir — Danielle habló, viéndola con una sonrisa tranquila. Haerin suspiró profundamente —. Nos vemos mañana.

— Adiós.

[...]

— La odio — Se quejó mientras cruzaba sus brazos. Minji suspiró nuevamente.

Daerin one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora