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15/10/2023
París
La estadía de los miembros de zerobaseone en Paris no iba a ser de muchos días, debido a su apretada agenda. Sin embargo, los jóvenes artistas sabían como hacer un buen uso de su tiempo libre, mientras que grababan contenido a pedido de la empresa.
―Casi olvido que tengo que grabar algunos videos para nuestro canal de youtube ―expresó con cierto grado de preocupación el joven líder de Zersobaseone ―, pero Hao se encuentra ahora mismo en mi habitación ―Suspiró ―. De seguro la empresa borrará mucho de nuestro contenido, pero de todas maneras lo intentaré.
Dos días atrás los miembros del grupo novato y líder de la quinta generación habían viajado desde Corea del sur hasta Francia para poder realizar su presentación en el festival MCountdown; y durante todas las horas de viaje, Hanbin y Zhang Hao habían logrado hablar y apoyarse mutuamente en el avión, debido a que esta vez sus asientos coincidieron uno al lado del otro.
Algo que no siempre ocurría.
Sin embargo, a la hora de decidir los compañeros de cuarto Hanbin le pidió a Hao que no compartieran habitación en el hotel, para evitar ser regañados por la empresa.
Hao aceptó, pero, de todas maneras, en los momentos en los que no debían ensayar o grabar contenido, pasaba tiempo con Hanbin.
―Amor, ¿Vas a repasar tus líneas de MC para esta noche?
―En un momento.
Mientras Hao estaba inmerso en su teléfono, Hanbin tomó la cámara, que la empresa le había proporcionado para generar contenido, y luego la colocó de manera estratégica mientras tomaba la tapa de una botella.
Su plan era sorprender a Hao de una manera divertida, para que la empresa dejase ese momento en el vlog.
Ellos lo sabían. Cuando se trataba de mostrar su afecto frente a las cámaras, la empresa no estaba de acuerdo y por esa misma razón, debían tener cuidado con sus interacciones la gran parte del tiempo.
―Mira esto ―Le dijo a su novio.
Zhang Hao al escuchar eso, creyó que Hanbin tenía una sorpresa para él y se acercó sin temor alguno al rostro de Hanbin, con la intención de robarle un beso, pero al ver que el bailarín coreano tenía una tapa en su ojo y una cámara en la mano izquierda, se sintió abatido.
Él odiaba tener que contenerse frente a la cámara y no entendía cómo Hanbin lograba soportar eso.
―Ah.... ―Suspiró el violinista chino.
A Hanbin le pareció tierno ver como su novio se acostaba en la cama boca abajo mientras suspiraba y, sin poder contenerse, le obsequió una pequeña carcajada, mientras miraba hacia la cámara.
