IV: Care

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—¿No planeabas ir?

La persona comenzó a sacudir a la chica rubia que aún seguía dormida. La primera reacción de Vannesa al despertar fue sacar el taser bajo su almohada y activarlo en cuanto estiró el brazo al frente. El chico en frente cayó al suelo en un intento de evitar un golpe eléctrico.

—¡Tranquila! ¡Pensé que estabas fingiendo estar dormida!

Vannesa reaccionó.

Tiró el taser al suelo y se levantó de la cama.

—Qué haces aquí. ¿Cómo entraste?

—Por la puerta. ¿De qué otra manera?

—Pero tiene seguro. —Se puso el primer par de zapatos que encontró y salió de la habitación, bajó a la primera planta y revisó todos los seguros que tenía la puerta.

—La puerta estaba abierta cuando llegué, por eso pensé que podría pasar. Lo siento.

Luis, fue compañero de guardia de Vannesa hace un año atrás, la primera vez que entablaron una conversación fue sobre él preguntándole sobre el desaparecimiento de su amiga. Luego de eso habían formado una amistad, al menos él así lo consideraba.

—Pero ya sabes, hoy nos graduamos al fin de la Academia de policías. Deberías estar lista.

—Vete.—Pidió sin prestar atención a sus palabras.

—Pero Ness...

—Vete.—Dijo una vez más, esta vez mientras sostenía la puerta abierta de su casa.

El hombre, de manera cabizbaja salió de la casa.

—Si quieres que te lleve puedo esperarte.

Como respuesta obtuvo que le cerraran la puerta en la cara, de un golpe seco.

La rubia cerró de nuevo cada seguro detrás de la puerta, cada candado que había añadido con los años. Subió las escaleras a toda prisa, para su tranquilidad todo seguía tal cual lo había dejado. Comenzó a revisar bajo la cama, en el clóset, en el baño. Bajó una vez más revisó los gabetes de la cocina, detrás de los muebles y no encontró nada fuera de lugar. Se tiró sobre uno de los sillones de su salón, presionó el puente de su nariz con cansancio pero a la vez, paz.

—«Vanny» —Resonó una voz dentro de su cabeza, como un mal recuerdo, una pesadilla.

Soltó un bufido antes de regresar a su habitación y comenzar a alistarse para lo que sería el gran día.

...

—¡Marianne! —Regañó su madre.

—Tranquila, yo la despierto. —Charles se ajustó la corbata al cuello y se acercó a la cuna de su hija menor.

—¿Así está bien, Lou? —Tanto Eleanor como su hija estaban frente a un espejo gigante del tocador. La niña asintió sin decir mucho. La mujer terminó de trenzarle el cabello teniendo ya su consentimiento.

—¿Invitaste a Vannesa?

—Sí cariño, su padre dijo que asistiría.

—A mi no me agrada él. —Anunció su padre. —Sería mejor si no fuera.

—¿Por qué, papi?

—Nada cariño. —Respondió su madre por él. Ella le lanzó una mirada algo irritada a su esposo. —Eso no importa ahora, importa que estás lista. Ponte el vestido, anda.

—¿Qué vestido usará Marianne? —Preguntó su padre.

—Ayuda a tu padre, Lou. —Pidió su madre porque ella ya había agarrado el teléfono de la sala.

Dead to Me || Vannesa AftonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora