Izuku no podía conciliar el sueño aún. Se quedó pensando en lo que su amigo, que estaba profundamente dormido en el futón que le dieron, había dicho: "Destinados", "Hilo rojo" y "Almas gemelas". No supo en qué momento se quedó dormido con esos pensamientos.
-Kacchan, ¿qué está pasando? -gritaba un chico muy parecido a Izuku, con ligeros cambios como el hecho de parecer de una estatura más pequeña y un cuerpo más frágil.
-No hay tiempo de explicar, Deku, tenemos que salir de aquí -tomó al menor y salió corriendo con él detrás de sí.
Todo era borroso y confuso; se escuchaban gritos y el cielo estaba iluminado por las llamas del fuego que arrasaban con todo el lugar.
-Maldición, no llegaremos muy lejos a este paso -el cenizo seguía corriendo delante de Deku, buscando la manera de sacarlo de ahí.
Escucharon una fuerte explosión; no estaban seguros de dónde provenía. El cenizo se desesperó, tomó al peliverde en sus brazos y echó a correr más rápido. Llegaron al pie de una montaña, entró en una cueva que estaba escondida entre las hojas, bajó al joven y se siguieron adentrándose en ella. Llegaron a un claro donde se encontraba un lago; el menor estaba hecho un manojo de nervios y no decía ninguna palabra, mientras que el mayor estaba yendo de un lado a otro pensando qué hacer. Sabía que la cueva era segura; solo pocos conocían ese claro. Se escucharon pasos; el mayor se puso delante del menor de manera protectora hasta que reconoció a quienes iban llegando.
-Bro... Dios, están bien -corrió un chico pelirrojo con dientes afilados; se veía cansado. Abrazó al cenizo y las otras personas también llegaron y rodearon a ambos jóvenes abrazándolos.
-Sacamos a la gente y los llevamos al refugio; logramos hacer que el enemigo retrocediera. No podrán pasar el velo del refugio, pero, Bro, tengo malas noticias.
-¿Qué sucedió? -preguntó el cenizo, mientras los demás bajaban la mirada. El pelirrojo no pudo hablar.
-Tus padres dieron su vida para darnos tiempo. Vimos cómo fueron desintegrados por el líder del enemigo -habló un chico de cabellos azules.
-Es una broma, ¿verdad? -el cenizo estaba en shock, pero al ver la tristeza de los demás, no había duda. Sus padres ya no estaban. Pero no era tiempo para llorarles; necesitaba asegurar que toda la gente esté a salvo y buscar vencer al enemigo.
-Kacchan... -susurró el peliverde, sosteniendo el brazo del cenizo. No necesitaban palabras; simplemente se abrazaron, compartiendo el dolor que el cenizo sentía en ese momento.
-Todoroki está detrás del velo junto con nuestra gente. Antes de separarnos, nos dijo qué es lo que busca el enemigo o, mejor dicho, a quién buscan -informó una chica de cabello rosa, llamando la atención de todos. No hubo tiempo de avisarles antes porque comenzó el ataque.
-¿Qué es lo que quieren esos bastardos? -preguntó el cenizo, molesto y frustrado.
-Según Todoroki, quieren a la persona que tiene el poder de Celestia y que eso les aseguraría la victoria y la conquista del mundo. Necesitamos asegurar que esa persona esté a salvo mientras derrotamos al líder -agregó la misma pelirosa.
El cenizo se tensó al momento. Sabía quién era la persona que buscaban y estaba seguro de que el líder del enemigo también sabía a quién buscaban. No permitiría que se acercara a él, incluso si tenía que dar su vida a cambio de salvarlo.
No se sabe cuánto tiempo pasó después de eso; todo fue borroso y no se podían observar bien los rostros de las personas con quienes estaban, pero el lugar estaba entre fuego y cenizas.
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Cuando te encuentre
FanfictionIzuku y su primo viven en Tokio ambos se encuentran casi por terminar sus estudios, cuando un dia Izuku es hallado en un callejon con heridas graves, no recuerda bien lo que sucedio pero los acontecimientos surgidos desde ese dia destaparon secretos...