Para muchos empezar la secundaria es un reto. Muchos lo pasan bien y muchos otros simplemente no saben como afrontarlo; yo soy una de las últimas. Por eso estoy escribiendo esto, ¿alguna vez te has imaginado que todo el mundo te abandonase como si fueses un papel al cual no se le puede dar más uso? Un papel, el cual ha sido tan garabateado por aburrimiento en clase que ya no hay hueco en tus deberes de biología, o simplemente un papel lleno de tantos tachones que tienes que arrancarlo del cuaderno para que quede limpio.
Hola, bienvenidos a todos a estas cartas que, posiblemente, nunca vaya a publicar. Si lo he hecho es porque he decidido hacer algo que siempre me ha dado miedo, pero aquí estamos. Siempre he pensado que ser una amiga comodín era agradable, me sentía bien ayudando a la gente, pero está claro que ese sentimiento agradable no tardaría mucho en volverse en uno agridulce. En una obligación, en tristeza pues solo te escribían para preguntarte qué hacer o para soltarte cualquier problema que hayan tenido.
Llegó un momento que había gente que solo me escribía para eso, desahogarse. Ni un hola, qué tal...No, solo desahogo.
Todo lo que voy a contar es desde mi punto de vista. No siempre puedes creerte la historia si solo sabes un punto de vista, pero qué más da. Son cartas anónimas que hace una chica de 15 años, supongo que esto cuenta como parte del pavo, ¿no?
De todos modos, si realmente hay alguien leyendo esto, creo que es mejor empezar por la primera persona que tiene la puta culpa de todo esto, de que yo haya acabado así.
Bienvenidos.
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Rabietas adolescentes.
Ficção Adolescente¿Existe alguna persona que realmente ha disfrutado sus comienzos en la adolescencia?