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Five Hargreeves era muchas cosas.
Arrogante, grosero y egoísta eran algunas de ellas. También era un solitario que prefería la tranquilidad de su habitación al sonido de los gritos de sus hermanos.
Por eso, cuando la encargada le asignó a Five una compañera para una misión, no estaba contento. Algunos podrían decir que reaccionó exageradamente, pero Five sintió que su pequeño berrinche era razonable. Nunca había trabajado con nadie antes, y no había ninguna razón para hacerlo ahora. Él hacía su trabajo muy bien por su cuenta. Entonces, ¿por qué ahora tenía que estar emparejado?
Pero, ese era el verdadero problema para él.
—Esta misión es un poco... diferente a las demás. —explicó la encargada.
—¿Cómo de diferente? —Presionó Five, apoyándose en su escritorio.
Chasqueó la lengua.
—Necesito información extraída antes de que completes tu asesinato.
—¿Y qué? Se la sacaré torturándoles.
—Ves, esa es la cuestión, Five. Tus métodos pueden ser bastante violentos.
—Funcionan. —Protesta él.
—No en este caso. —replica ella— Por eso te envío con una compañera.
Five niega con la cabeza.
—No, puedo conseguir el archivo perfectamente sin otra persona.
—Ya me he decidido. —dice la encargada deslizando un expediente hacia él— Además, esto podría ser bueno para tu apariencia de lobo solitario.
Five mira fijamente a la mujer mientras ella le da una palmada en el hombro y se dirige a la salida.
—Sólo recuerda, cuando estás enamorado de alguien, no puedes matarlo.
Five frunce el ceño ante su afirmación mientras sus tacones chasquean por el pasillo. Se encoge de hombros y hojea el expediente. Nombre del objetivo, información personal, ubicación y declaración de objetivos.
Five Hargreeves y ______ Lawson.
Encuentren a Rowan y Danica Bruegge, extraigan el archivo y NO lo cancelen.
Five seguía sin entender la parte en la que entraba su compañera, pero mientras sus ojos seguían escaneando el archivo, lo vio. Rowan y Danica no eran hermanos. Estaban casados. Y parecía que para sacarlos de su escondite, Five también iba a estarlo.
El chico maldijo en voz baja, cerró el expediente y se levantó de la silla.
—¿Tan decepcionado? Ni siquiera nos conocemos aún. —dice una voz desde la puerta.
Five estrecha los ojos hacia ti, empujando la carpeta contra tu pecho.
