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—Sabes, Five... A veces desearía no haberte conocido. —le diste un sorbo a tu vino, observando cómo el preadolescente en cuestión de segundos ponía los ojos en blanco juguetonamente hacia ti.
—Sí, sí, tú también eres un encanto, _____. —te despidió con indiferencia, mientras seguía comiendo su comida china para llevar.
Después de sobrevivir no a uno, sino a dos apocalipsis junto a Five Hargreeves y sus hermanos, ustedes terminaron de nuevo en su línea de tiempo, solo para descubrir que su viaje a los años 60 causó algunos cambios en el presente, como que Sir Reginald Hargreeves decidiera no adoptar a la academia Umbrella y, en cambio lo hizo con otros siete imbéciles con superpoderes.
Su encuentro no fue para nada agradable.
Hace seis meses planeabas retirarte de la Comisión, ya que tenías casi sesenta años y habías tenido una buena cantidad de misiones, por lo que pensaste que una última tarea con tu compañero, Five, sería una buena manera de terminar las cosas. Bueno, una cosa llevó a la otra y en lugar de acabar con John F. Kennedy, te despertaste en 2019, en tu cuerpo de preadolescente, en un patio trasero desconocido con personas desconocidas, que resultaron ser los hermanos de tu compañero.
Una cosa llevó a la otra y ustedes se unieron en el lapso de 10 días en un intento de salvar el mundo, pero esa es una historia para otro momento.
Después de esos 10 días, viajaste en el tiempo una vez más y despertaste en 1963, sola en una escuela. Un maestro te encontró y te acogió, pensando que eras una niña perdida de 13 años, pero, de nuevo, esa es una historia para otro momento.
Pasaron seis meses hasta que te reuniste con los hermanos Hargreeves en un nuevo intento de salvar el mundo.
Dos semanas más estaban de vuelta en 2019, pero las cosas no salieron según lo previsto.
—Todavía no entiendo cómo ustedes dos no se han acostado todavía. —Klaus sacudió la cabeza decepcionado, ya que Diego y Luther no pudieron evitar no estar de acuerdo.
Intentaste no sonrojarte, pero la brusquedad de Klaus siempre sacaba lo mejor de ti. Pasar este tiempo con Five, además de volver a ser una adolescente, te pasaba factura. Conocías a Five desde mucho antes del Apocalipsis. Cuando la encargada lo reclutó, confió en ti para que fueras su compañera, ya que eras básicamente su mano derecha. Las discusiones ya existían en ese entonces, pero en estos últimos seis meses empezaste a verlo con otros ojos, bajo una luz diferente por así decirlo.
—Prefiero atragantarme con los palillos. —se apresuró a negar cualquier pensamiento indecente— Estás enfermo, por cierto.
—Y tú tienes sesenta, así que adiós. —sonrió Klaus, saltando de su taburete.
—Demasiado jubilado para molestarme siquiera. —Five se encogió de hombros, observando cómo sus otros dos hermanos seguían a Klaus.
—Voy a por más comida. —se encogió de hombros Luther, dirigiéndose al buffet.
