𝘥𝘦𝘴𝘵𝘪𝘯𝘰 𝘤𝘳𝘶𝘻𝘢𝘥𝘰 / nick leister [1]

008

kai

Al entrar dentro del coche de Nick, aún podía sentir sus labios en los mios...

No podía explicar lo tanto que deseaba ese beso... no sé por qué lo hizo.
Solo... solo espero que nadie se entere. No puedo dejar que se enteren, imagínate mamá viéndome extremadamente enojada, querrá mandarme a un internado por haberme besado a mi hermanastro...

Suspiré e hice mi cabeza hacia atrás mirando el techo del auto.
Habían pasado 10 minutos ya y Noah no aparecía, al igual que Jenna.
Estaba aburrida teniendo que esperar... bajé mi mirada y observé el volante.

No lo pensé ni un segundo y me posicione en el asiento de conductor.

Empecé a tocar lentamente el volante, hacia bastante no lo tocaba... desde que, desde que papá me enseñó con... no se que edad pero lo hizo. Recuerdo que durante dos semanas me había tratado mal, no se el por qué pero dejo eso atrás...

Mire el volante una vez más y vi que estaba la llave del coche... le di una vueltita y el coche se encendió.

Claro, abrí mis ojos como platos. Igualmente no pensaba correr esta carrera, no recuerdo como se conducía... Sonreí levemente y volteé a mi lado.

Se encontraba Ronnie en su coche verde y me sonrió.—Hola.—Dijo.— Se ve que entiendes de coches.

Le miré y mire para abajo.—Oh, no. No me acuerdo mucho la verdad, Ronnie.

Dije con una leve sonrisa.

—Igual, no voy a correr yo.—dije mirándolo.

—Pues fijate, estas en la línea de salida.—Dijo desafiándome.

Me quedé quieta mirándolo. Estaba asustada, hacia bastante no corría, y menos por que soy menor de edad.

Le miré nuevamente e intenté bajarme del auto pero este me miró y dijo.—Te quedas ahí.

—No,no. Va a correr Nick, Ronnie.—dije mirándolo.

—Entonces, ¿por qué coño el no está aquí?

—Oh, dios... Enserio, Ronnie. Que no lo haré yo.

—No hay vuelta atrás. Te daré 5 segundos para que salgas primero, ventaja.

Suspiré y mire hacia el frente, escuchaba los gritos del público gritando.

Dios santo, ¿en que me estoy metiendo? Le miré y acepté.

Nicholas no estaba aquí tendría que hacerlo yo. Si no, perdería si bando.

—Está bien...—murmuré suspirando.

—Viste, preciosa. Lo estás deseando tanto.—me dijo Ronnie.

Estaba asustada, tenía miedo de que algo malo pasara...