𝘥𝘦𝘴𝘵𝘪𝘯𝘰 𝘤𝘳𝘶𝘻𝘢𝘥𝘰 / nick leister [1]

002

Noah

Mi madre con Will, estaban enseñándome toda la casa. La verdad no me interesaba y menos vivir aquí con un desconocido.
Al estar mostrándome todo, yo para simplemente molestar a mi madre musité—¿No tenéis biblioteca?— Mamá me miró tan mal, escuché una risilla que provenía detrás de mí. Era Kai, riéndose por lo que había dicho y la cara de mi mamá. Solo la ignoré y mamá habló un poco enfadada, Kai parecía tonta riéndose así pero, así es ella.

Tenemos distintas personalidades, ella es muy tímida, pesada, y más palabras que puedan definir hartante y yo no soy tímida, soy directa y puedo hacer quedar mal. Aunque Kai también es directa pero trata de no hacer sentir mal a la gente. No siempre, pero podemos, ahora mismo podría hacer quedar peor a Kai pero no lo haré.

—Kai, sé que eres la hermana menor y a veces puede ser divertido sacarle provecho a esa posición, pero reírte tan fuerte solo para molestar a tu hermana no es justo ni respetuoso. Y tampoco reírse de mí.
Ah, y Noah, compórtate. —al decir eso simplemente la ignoré y subí hacia arriba buscando mi habitación. Sabía que mamá me seguía por atrás pero no dije nada.
Entre un poco impresionada al ver mi habitación, no voy a mentir, si estaba linda.

— Tus colores favoritos. Me ha ayudado un decorador, pero la mayoría lo elegí yo. —sin mirarla encogí mis hombros y simplemente dije.

—No se que decir.

—Quería que tuvieras lo que siempre has querido y no podía darte. Ni a ti ni a tu hermana... —me dio un poco de pena y la miré.

— Es increíble. Gracias.

—Te lo mereces mi amor. —Mamá tenía los ojos llorosos... simplemente me abraza y yo hago lo mismo.

—Vale, mamá.

—Y no es un cuarto de invitados.

—Perdón.

Si, me arrepentía un poco de lo que dije solo para molestarla.

—De hecho la habitación de Nicholas está al lado, y la de Kai esta al lado de Nick.

—Ah, es verdad. Nick. El niño de papá, el hijo ejemplar... Que guay.

No me agradaba tener una hermanastro con el que compartir cosas, pero voy a tener que adaptarme a eso ya que yo soy una desconocida para el estar en su territorio, o sea, en su casa, en su mansión o como quiera llamarle.

No me agradaba tampoco, me cayó fatal.

—Escúchame. —dijo mientras se acercaba a mí que yo estaba sentada en la cama.— Por muy perfecto que sea, ahora es tu hermanastro. De las dos.
Ahora mismo hablaré con Kai también. Y tenéis el mismo derecho que él al estar aquí.

—Mamá, sabes que nunca lo veré así.

— Y tú sabes que nunca pararé hasta que lo veas como lo que es. Nuestro hogar. — exclamó mirándome a los ojos y levemente sonriendo. Deshaz la maleta, anda.