𝘥𝘦𝘴𝘵𝘪𝘯𝘰 𝘤𝘳𝘶𝘻𝘢𝘥𝘰 / nick leister [1]

021

Kai

Me había despertado, todavía podía sentir su abdomen en mi mano, la sensación, si, lo hice a propósito. Solo quería tocarlo... No por placer, solo quería hacerlo.

Decidí ir a la playa, tratar de mejorar como suefear. Pedirle a Nicholas que me ayude. Así que no tuve mejor idea que ir a despertarlo.

Primero que todo tenía que cambiarme, lavar mis dientes y mi cara. Caminé hacia el baño de mi habitación e hice todo eso.

—Genial...—dije mirándome en el espejo. Todavía tenía esa cicatriz en la parte baja de mi abdomen. No se notaba mucho, mi bikini la tapaba.

Salí de mi habitación y fui a la de Nicholas. Ahí estaba él, durmiendo, o bueno, ya no lo estaría. Lo despertaré.

—Nick.—susurré moviéndolo. No quería despertar a Will, ni mamá, ni tampoco a Noah.— Despiértate.

—¿Kai?—dijo levantándose de la cama.—¿Que haces despierta a esta hora?—me miró de arriba a abajo y soltó una leve risa.—¿Planeas ir a la playa así?

—Tu también irás.—dije sonriendo.— ¿Qué esperas? Quiero que me enseñes a surfear. No se mucho, ósea sí, pero sigo cayéndome.

—Estas loca, realmente.—exclamó levantándose.

—Solo trataba de ser amable.—musité obvia.

...

.

Estábamos camino hacia la playa, quería tomar un poco de sol y todo eso, surfear, para que Nick me enseñe, aunque, sí, no quería admitirlo, esa vez que surfeé con Nick casi me caía. ¡Hice malabares casi!

Una corriente de aire me golpeó, desordenando mi cabello y haciéndolo volar a su antojo.

Había llegado a la playa. En este preciso instante, me encuentro en la playa con Nicholas disfrutando de la hermosa vista del océano. Es realmente maravilloso.

El sonido de las olas y la brisa suave crean un ambiente mágico mientras observo el océano. Es simplemente impresionante.

Es temprano en la mañana y apenas hay personas a nuestro alrededor. La tranquilidad es asombrosa.

El amanecer pinta el cielo con tonos suaves y cálidos, creando un espectáculo que parece solo para mí.

—Que paz.—exclamé acercándome a la arena.

—Sí, supongo.—dijo riendo.

—Ni si quiera surfeé una ola. Y ya quiero intentarlo.—dijo dejando mis cosas allí.

—Aunque no lo creas, casi te ahogas.—dijo mirándome.— Realmente lo noté aquella vez.—rió y humedeció sus labios dejando las cosas allí.

—reí.— Vamos.—golpeé su hombro. Sin pensarlo dos veces, me despojé de mi ropa y me dirigí al mar corriendo con esa tabla de surf en mano. La emoción y la anticipación se apoderaron de mí mientras me preparaba para enfrentar las olas.

Surfear por primera vez fue una experiencia emocionante. A pesar de no ser un experto, la sensación de libertad que experimenté en las olas fue inolvidable.

Estoy consciente de eso. Nunca lo había hecho. Hasta ese día, con Nicholas.

—Oh, dios...—susurré.

Una vez en el mar, me di cuenta de que no le avisé a mamá.

La emoción y la adrenalina del momento me distrajeron por completo. Espero que no se preocupe demasiado.

Aunque eso era casi imposible. Se preocupara mucho, y creo que recibiré un regaño. Se que soy menor, pero no puedo dejar de divertirme, claro, con el tal y todo de avisarle.

¡Pero estaba dormida! Era obvio, son las 9:20 de la mañana. No iba a despertarla, aunque... debería haberlo hecho.

Miré al cielo, el sol había desaparecido, una nube gris le tapaba. Exhalé molesta.

—¿En serio?—dije acercándome a la orilla. Odiaba las lluvias, las detesto. Aunque por un lado me gusta, poder dormir, películas. ¡Pero era muy temprano!

—Parece que vendrá una lluvia.—dijo Nicholas.

Nos empezamos a acercar a la orilla. Salí del agua y me acerqué a mis cosas que había dejado allí. Únicamente había traído una toalla, chanclas, y mi ropa. No era mucho. Me sequé la cara rápidamente y agarré mis cosas para empezar a caminar hacia la casa.

Estaba al frente, pero claro, mamá no iba a saber dónde estaría. Por suerte estaba cerca de la playa, no tenía mucho que caminar.

—¡No estuvimos ni un segundo!—exclamé molesta.—Odio las lluvias.

—él rió y asintió.—No te desesperes.

—No lo hago.—le miré de vuelta. Y note las heridas, anoche no las podía ver bien— ¿Estas mejor?

—me miró confundido.—¿Te refieres a esto?—señaló la herida de su cabeza.

—Sí. Eso es lo que hago... me refiero a que, ¿te duele?

—No. Después de tus masajes.—dijo riendo.

—¡Quería ver la sensibilidad!—dije golpeando su hombro.

—Seguro.—dijo Nicholas mirándome de reojo.

De un segundo a otro ya estábamos en casa. No había pasado ni una hora desde que nos fuimos.

Nos dirigimos a la cocina y ahí estaba Martin sirviéndole café a Will y mamá. Will nos miró mientras tomaba un sorbo de su taza de café y la dejó en la mesa. Mamá también se volteo a vernos.

—Buenos días, Kai, Nicholas.—sonrió Will, a lo que yo solo asentí sentándome al lado de mamá quedando frente de Nicholas.

—¿Donde te fuiste?—preguntó mamá y me miró mi cabello mojado.

—tragué saliva.—Fui con Nicholas a la playa.—murmuré y mire a Nicholas.

—Ah, no me has dicho.—dijo cortamente y empezó a tocar mi cabello.—Necesitas peinarte.—sonrió levemente.

—Perdón.—exclamé.

—¿Ha sido divertido, Kai?—pregunto Will mientras agarraba su taza y miraba a Nicholas sonriendo.—Hijo, me alegra que salgas con Kai. Para divertirse. Podrían hacerlo con Noah también, ¿donde esta ella?—

—Aquí estoy.—dijo acercándose un poco sonriente. Se acercó a mamá y le susurró en el oído algo que no alcancé a escuchar. La miré curiosa y le hice una seña con mi cabeza preguntando que pasaba, pero ella no me dijo nada.

Mamá me miró de reojo y miró a Will mientras se levantaba de la mesa. Traté de levantarme pero Noah me negó.

—No, tú no.—dijo alejándose.

—¿Qué?—dije y miré aWill. El simplemente encogió sus hombros y se dirigió a donde se habían ido.— ¿Que es lo que pasa?—murmuré y miré a Nicholas.

—Iré a ver.—dijo cortamente levantándose de la mesa.

—Exhalé y miré por donde todos habían salido.—Genial. Nunca puedo saber nada.

Noté como Martin me miraba y se acercaba con un café.

—Señorita.—dijo dándome un café.-

—Gracias.—dije simplemente.

«por que se fueron así?» pensé.

...

Feliz navidad 🎄 💞💞
Espero les guste! Díganme si tienen alguna duda o algo. (en priv o comentarios)