CAPITULO 6

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–Dios, que día pesado.

Salí del colegio. No había visto a Esteban en todo el maldito día. Él se quejaba de que yo lo había abandonado pero cuando él lo hace, nadie puede decirle nada.

Bufé molesta. Miré hacia el estacionamiento y suspiré, definitivamente no quería volverme caminando.

Mis ojos se decidieron a buscar a mí hermano. Ví a los Cullen's apoyados en sus muy humildes autos. Crucé miradas con Alice quién me saludó, subí mí mentón como respuesta. Emmett y Jasper parecían serios, a diferencia de ésta mañana. Y Rosalie se veía demasiada molesta con Edward, en cambio, él no paraba de mirar intensamente hacía algún lado.

Seguí su línea de visión y terminé viendo una camioneta naranja al otro lado del estacionamiento. Donde estaba Esteban acompañado de aquella chica peli-castaña. Fruncí el ceño ante eso.

Como sea. Caminé hacia ellos de forma apresurada mientras guardaba mi celular en la mochila, esperaba que alguno de los dos notará mí paso hacía ellos. Me jodía interrumpir conversaciones ajenas.

Mí celular por alguna razón se resbaló del bolsillo y calló al piso. Cuando me agaché a recogerlo, todo pareció moverse en cámara lenta.

1.

De repente se sintió un fuerte sonido de bocina acompañada de unas ruedas chirriando. Un vehículo se derrapó. Cuando levanté la vista, mí corazón pálpito fuertemente contra mí pecho, el coche negro se dirigía inevitablemente hacia mí hermano y la muchacha.

2.

El grito se atoró en mí garganta cuando ví como eran aplastados por el vehículo, sentí mis ojos agrandarse y mi mandíbula tensarse. Lo único que pude hacer fue quedar paralizada del shock, mirando hacía donde se suponía que estaba hermano.

hermanito.

3.

Mis manos hormigueaban y mis oídos no eran capaces de escuchar lo que ocurría alrededor. Un sentimiento de impotencia y frustración nacía desde dentro pero no podía obligar a mí cuerpo a moverse. Solo observaba como la gente corría hacia el incidente, mis pensamientos se encontraban atascados y yo sentía mis muñecas atadas.

4.

Y lo ví, lo ví salir de entre medio de los autos, pálido como el papel. Pude respirar. El aire lleno mis pulmones de forma ansiosa, ni siquiera noté que había dejado de respirar. Mi cuerpo actuó en automático y en cuanto menos lo supe estaba corriendo tanto como mis piernas lo permitían.

La gente se acumuló alrededor de ellos, algunos gritaban el nombre de la chica y otros el de mí hermano. Los aparte de un empujón, sin importarme sus quejas.

[ EVIDENTE ] - CARLISLE Y ESME CULLENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora