El año iba a ser difícil.
Debí tenerlo por seguro desde que en año nuevo, el bonito vestido blanco que llevaba fue manchado con vino justo a la medianoche. Claramente era un pésimo augurio.
¿Pero todo era tan malo como se suponía que era? Encontré a...
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El Domingo había sido un día tenso y largo. Nos pusimos al día con todo lo que vivimos estos años que no estuvimos juntos y por suerte reimos un par de veces.
Ahora era lunes por la mañana. 7:00 a. m. Primer día de clase en la prepa de Forks y, según lo que nos contó Vivian, no éramos los únicos que ingresaban a mitad de semestre; una chica, hija del sheriff, había ingresado unas cuantas semanas atrás.
–¡Apúrate Tebi! –Le grité. Íbamos a llegar tarde.
El tarado siempre se queda de más en el baño haciendo no sé que. Y yo odiaba ser impuntual.
Las clases empezaban a las siete y cuarto, el camino de acá a allá era largo considerando que iríamos a pie. Vivian no podía llevarnos porque tuvo una llamada urgente de un nuevo caso, o lo que sea, y salió antes.
Suspiré enojada y salí de la casa sin esperarlo. Me abrace a mí misma mientras caminaba hacia la derecha como me indicaba el mapa de mí teléfono.
Bendita sea la tecnología ¿Y por qué hace tanto frío? Debí traerme una parka.
Caminé hasta la escuela un poco más apurada. Ya podía ver el techo puntiagudo del edificio.
–¡Camila! –Seguí adelante –.Sos una pésima hermana, me abandonaste –Llego a mí lado y puso una mano sobre mí hombro mientras se agachaba en si mismo, tratando de recuperar el aliento –.Te odio.
Levantó la cara y me miró con la mejor de forma lastimosa. Por un momento me sentí mal.
–¡Yo no tengo la culpa que andes de diva en el baño!
–¡Pero soy tu hermano! Podrías haberme esperado...
Suspire. –Lo siento, está bien, te voy a esperar la prox. Te voy a comprar algo en el kiosco. ¿O cantina? Que se yo lo que tienen los gringos acá.
Él sonrió triunfalmente ante eso, negué con la cabeza por caer en su chantaje emocional.
Contra todo pronóstico (era obvio), habíamos llegado tarde. Esteban y yo nos quedamos en la sala de castigos por la media falta.
–Lo siento.
–Cállate.
Primer día. Genial.
. . .
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Luego de perder una hora de clases en ese salón. El rector nos mandó a buscar nuestros horarios e ir a nuestras clases. Me sorprendió que fueran tan exigentes con las asistencias, pero viendo la cara del señor era fácil adivinar que era ÉL el exigente.
![[ EVIDENTE ] - CARLISLE Y ESME CULLEN](https://img.wattpad.com/cover/271173476-64-k651816.jpg)