UNO

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Luka era el chico más amable y de noble corazón que pudiese existir.

Así era como todos lo describían, pues era uno de los muchachos más populares en la escuela, no había persona que lo odiara, pues siempre mostrataba un gran respeto y amabilidad con todos.

Era una linda vida estando en preparatoria, pero no todo es para siempre, las cosas cambian y en ocasiones son cambios bruscos que nadie se lo espera.

Cuando finalmente terminó la preparatoria, los padres del chico tomaron la decisión que estudiaria la universidad, pues Luka siempre fue aplicado en los estudios.

Al ver que Luka era capaz, prefirieron que estudiara en España, pensaban que la universidad de croacia se quedaba corta para la capacidad de Luka. 

Como cualquier padre, querían lo mejor para su hijo, sin importar que se significara estar lejos y dejarlo solo en un país que no conocían.

Esa noticia para Luka fue demasiada sorpresiva, no quería irse lejos de sus padres y hermana, él era feliz en Croacia. 

Pero ver lo felices que estaban sus padres contándole lo que harían, sabía que no podía defraudarlos, aunque le dolería el corazón estar lejos de ellos, lo haría.

Quería hacerlos senti orgullosos de él, debía hacerlo, no era una obligación para él, solo quería hacerlos feliz.

--Vamos a extrañarte mucho cariño, por favor llamanos cuántas veces puedas hacerlo, debes de alimentarte bien, no dejes de hacer ejercicio -- La mujer sonreía suavemente con los ojos rojisos y ligeramente hinchados por haber llorado.

El rubio se dejaba hacer caricias por su madre teniendo una suave sonrisa tímida en el rostro, volvió abrazarla con mucha delicadeza dejándole un beso en la frente.

--Claro mamá, lo haré -- Habló suavemente -- gracias por permitirme estudiar, pero no era necesario que fuese lejos -- Susurró apenado.

--Para nada hijo, nosotros lo hacemos con mucho amor y cariño, te mereces todo lo mejor -- Sonrió su madre dándole un suave beso en la mejilla-- Cuídate --

Luka asintió suavemente abrazando fuertemente a ambos padres y a su hermana pequeña.

Tomó las maletas y subió al avión estando completamente ansioso.

Observaba toda la ciudad de Madrid completamente emocionado e impresionado de lo diferente que era a su bello país.

Le emocionaba y aterraba al mismo tiempo saber las cosas que encontraría ahí.

El departamento que ambos padres le habían comprado, estaba demasiado cerca de la universidad.

Así sería mucho más fácil hacer amigos y poder invitarlos a su departamento para estudiar.

Toda esa noche se la pasó acomodando la ropa y libros, todo parecía un sueño.

Primer día de escuela y toda la universidad era mucho más grande de lo había imaginado, demasiada gente, muchos grupos sociales establecidos.

¿Podría Luka conseguir amigos ahí?

Era un chico completamente diferente, él no lo notaba, pero obvio que los demás sí.

¿Que carajo hacia un extranjero en esa universidad prestigiosa?

¿Cómo había logrado pasar el examen de una de las carreras más difíciles par entrar?

Luka suponía que como era inicio  curso, muchos como él, eran de nuevo ingreso, tal vez por eso lo observaban tanto.

Todo había transcurrido bien desde que había llegado a Madrid.

Se adaptó demasiado bien a las calles, tomar el bus, mercados y todo.

Pero la universidad pintaba un aire demasiado austero para el pobre Luka.

No era mal alumno, incluso los profesores lo felicitaban, habían chicos y chicas que lo saludaban de forma amigable.

Pero había cierto grupo de chicos que siempre lo observaban.

Tal vez querían ser amigos suyos pero no sabían cómo decirle.

Bueno, era un vago y tonto pensamiento que tenía Luka.

Es que era tan extraño para él toparse con esos tipos en cada momento que salía a los pasillos, baños e incluso cuando regresaba a casa, siempre tenía que encontrarlos.

A lo mejor toman el mismo camino que él, quizá salían a la misma hora de clases que él.

Todo podía caber en lo posible, absolutamente todo.

-- Tengo que colgar mamá, estoy muy cansado. Hoy tuve que lavar ropa, hice un examen, metí papeles para entrar al equipo de fútbol -- Explicaba Luka a su madre quien le había llamado.

-- Está bien mi niño, no quiero que por mi culpa no rindas en la escuela -- Consideró la mujer -- Descansa mi cielito, ten un bello día mañana, te amo, te extrañó -- Contestó melancólica.

--Yo también te amo mami-- Colgó la llamada-- me haces mucha falta...-- un suspiró completamente triste salió de los labios del joven muchacho.

Cuando estaba acomodándose para poder dormir, él teléfono se le encendió, tenía un mensaje.

Pero no su mamá, apenas y habían colgado el teléfono, tampoco era su padre, mucho menos podía ser alguien de la universidad, no había dado su número a nadie.

Con demasiada confusión tomó el celular mirando atentamente el número, era de España.

"Buenas noches Lukita...No cabe duda que eres la persona más hermosa que he visto, que divino sería verte mucho más de cerca"
23: 46 HRS.

Lo hizo sentir demasiado extraño ese mensaje, es una sensación que jamás había experimentado en su vida, no sabía cómo describirla.

¿Debía de contestar? Tenía demasiada incertidumbre, pero también tenía miedo de lo que podía suceder si contestaba.

"¿Nos conocemos?"
23:49 HRS.

"Te conozco perfectamente, pero tú no sabes nada de mí, no te preocupes, llegará el momento que sabrás de mi, pero tienes que descansar :)"
01:16 HRS

Ese mensaje lo dejó tan extrañado.

Decidió no volver a contestar, solo borró aquella conversación y se durmió.

Aunque la mente del rubio no dejaba de darle mil vueltas a lo que había sucedido, sentía un horrible nudo en el estómago.

¿Quién era? ¿Cómo consiguieron su número?

Abrazó la almohada con fuerza sintiendo el cuerpo temblar, el corazón en cualquier momento sentía que iba a salirse de su pecho.

No era de alegría, sentía miedo.

Demasiado miedo.



















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Hola. Volví a escribir algo sobre Luka. Es que lo quiero mucho.

Espero y les guste <3

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