Cloud City era un lugar frio debido a la altitud en que se encontraba, desde que terminó la guerra Luke había estado comprando ropa abrigadora —además de recibir amablemente la que Lando le enviaba —para sus visitas a la ciudad. Leia se había burlado de él cuando celebraron su nombramiento oficial en el senado cuando apareció con una gabardina con interior afelpado y un gorro de lana. Frustrado le exclamó que era razonable considerando que él venía de un planeta desertico.
Obtuvo su venganza cuando fueron a Tatooine a honrar a sus tíos y Leia parecía que se derretía decidiendo quedarse en el Halcón donde tuviera calefacción y una botella de agua helada. Luke solo dejó de burlarse hasta que ella le lanzó un golpe al pecho.
Pasados unos años se acostumbró a los climas templados y fríos de los planetas que llegó a visitar, pero mantuvo cierta tradición de comprar algunos calcetines afelpados para esas situaciones. Entendió que con sus pies calientes su cuerpo se aclimataba.
Y luego conoció a Din, siempre frío y estóico. Tanto literal como figurativamente. En una ocasión Din le había dicho que su armadura tenía algo parecido a la calefacción y Luke le creyó pues no tembló en ninguna ocasión que pisaron planetas congelados.
Aún así, siendo maestro decidió que sería lindo para sus alumnos comprarles algunos calcetines. Y así en sus últimos viajes a Chandrila compró muchas tallas de calcetines de animales. Había de cuernos de barro, de gatos de loth, algunos perros, lobos, ratas womp incluso, banthas y de solo calcetines llenó cuatro bolsas grandes para regalarle a sus niños.
Cuando se las entregó a los pequeños estaban encantados eligiendo algunos pares y jugando entre ellos como si estuvieran en un zoológico y sus pies fueran los animales. Grogu se vio muy feliz con unos diminutos calcetines con grandes ojos afelpados de rana uniéndose al juego dando pequeños brincos tras un pequeño con calcetines de gato de loth. Entre los calcetine sobrantes pensó en tal vez regalarlos a su familia. Sin querer pensó instantáneamente en Din.
Cuando Din salió de una junta con los lideres de los clanes mandalorianos llegó al improvisado templo jedi —que en realidad era solo una construcción destartalada que daba a un pequeño jardín silvestre —y observó a todos los niños jugando, haciendo sonidos de animales.
— ¿Qué tal la reunión? —dijo Luke acercándose al mandaloriano. El Mand'alor solo se encogió de hombros.
— Lo mismo de siempre, al menos en esta ocasión están de acuerdo en que nos devuelvan el beskar —Luke le sonrió con cierta resignación.
— Ya es algo —concluyó el jedi. Miraron a los niños corriendo uno tras otro mientras otros arrastraban sus pies y haciendo rugidos —¿esta es una nueva técnica jedi? —el maestro no pudo evitar reír.
— Compré algunas cosas cuando fui a ver a Leia la última vez, son calcetas de animales —dijo sacando un par y mostrándoselas al mandaloriano, Din tomó el par notando el bordado de un cuerno mirándose de frente y el afelpado simulaba el pelaje de un cuerno de barro —están jugando al zoológico o algo así —
— Oh... —Din miró en el interior de la bolsa con curiosidad, y fue suficiente para que Luke la cerrara y se la entregara completa — ¿Qué...? —
—Te los regalo, tengo muchos y esos son demasiado grandes para los niños. Son muy cómodos para dormir en noches heladas —dijo el rubio dándole un golpecito en la hombrera y caminando hacia sus alumnos. Debían dejar el juego y ponerse a practicar ahora.
Una sensación hormigueante le recorrió el interior del pecho y se dio cuenta de que ese sentimiento burbujeante no era netamente suyo. Sonrió del lado y fingió no darse cuenta.
Tiempo después se dio cuenta en ocasiones que se quedó hablando con Din en el almuerzo de los niños o hasta tarde mirando el cielo turbulento de Mandalore que bajo sus botas Din llevaba algún par de los calcetines que le había comprado. No debió provocarle tanta ternura, pero lo hizo; pensar en este fiero guerrero usando afelpadas prendas solo porque fueron un regalo suyo. Muchas veces se vio tentado a preguntarle si podían salir fuera del ámbito profesional en que se encontraban, pero el miedo lo carcomía solo de pensar en un posible rechazo a pesar de que en ciertos días podía sentir las cálidas emociones transmitidas por el mandaloriano.
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Ante la más grande adversidad
HumorLa holonet ha decidido que el nuevo Mand'alor y el último maestro jedi deberían ser novios. Los amigos y familiares de ambos se enteran de lo que la juventud hace en internet respecto a Skydalorian. Portada: https://pin.it/bxQEDLv