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Capítulo 9 | Wisteria

DOLOR

Wisteria, una alfa dominante desafortunada, desde su niñez siempre le decían que moriría joven, es triste saber que eso al final se cumpliría, aunque jamás pensó que tendría la oportunidad de apreciar al amor de su vida una vez más, pensó que ya era demasiada suerte el a verlo visto de nuevo, pero ahí estaba Allen, nuevamente frente a ella, sentados en la cafetería del hospital donde trabajaba.

Él no decía nada y aunque ella tenía muchas preguntas que hacer, tampoco dijo nada, no tenía el derecho.

— ¿Porqué no regresaste cuando te enfermaste? —cuestionó Allen dejando el tacto de lado, era mejor ir al punto.

— C-com-

— Monica me visitó —aclaró— Responde mi pregunta, Wisteria

— No tenía el derecho de regresar y rogar por tu bondad —negó— Estaba segura de que si te pedía ayuda me la darías pero, no lo merezco

— ¿Cuánto tiempo?

— Medio año o quizás más, quizás menos, no estoy segura —contestó.

— Ven a ver a Wenster —pidió él omega— Lo quiera o no, eres su padre

— No, no lo soy —suspiró la alfa— No estuve ahí para él en ninguna etapa de su joven vida, además, oficialmente como para él, tu eres su único padre, su única familia

— Ven a verlo Wisteria —se levantó evitando verla— Te espero esta noche antes de que el horario de visitas acabe —sin más se fue sin mirarla, era mejor así.

Ese día Wisteria obligada por las palabras de Allen pero no en contra de su voluntad fue a visitar a Wenster, cuando llegó a la habitación que era del cachorro de su omega, solo se quedó afuera, observando por la ventana del pasillo al cachorro que jugaba con una tablet, parecía muy entretenido y demasiado concentrado como para notar que alguien lo observaba, pero Allen si la noto y al ver que no entraría a la habitación decidió salir él mismo.

— Entra —ordenó evitando verla a los ojos.

— Estoy bien aquí —se quedó inmóvil observando por la ventana.

— Siempre fuiste terca —cansado, él omega la sujeto por su muñeca derecha y la jalo para que entre a la habitación con él.

Al notar a la nueva persona en la habitación, Wenster levantó la mirada, observando como una mujer muy alta, de cabello negro ébano e iris de sus ojos del mismo color entraba a su habitación, sintió que conocía a esa mujer pero, jamás la había visto, pero al ver que su mamá la sujetaba por la mano, tuvo una idea.

— ¿Eres mi papá? —cuestionó directamente, aveces los niños eran demasiado honestos con sus sentimientos.

— Si, es ella —asintió Allen soltando a la alfa que estaba empezando a sudar por lo nerviosa que estaba— Al saber que estabas enfermo, regresó de ese lugar lejano que te dije —explicó él omega a su cachorro, los niños eran demasiado fáciles de convencer, siempre y cuando mintieras bien— Es una alfa dominante como te dije, muy fuerte

— ¿Eso es cierto? —Wenster observó a la alfa con más interés— ¿Puedes levantar un auto? Superman es un alfa dominante ¡Levanta un auto con un dedo!