Te Elegiré Siempre

15. "Todo mejora"

Rebecca Armstrong

Desperté y sentí un peso encima de mi, lo cual me pareció raro, abrí los ojos y la vi, a Freen recostada en mi pecho durmiendo tranquilamente, se le veía relajada...

Mi corazón empezó a latir muy rápido, tenerla así tan vulnerable, era maravilloso me sentía la persona más afortunada del mundo.

Freen se había quedado a dormir, solo a dormir no hicimos nada más que eso, a lo mejor algunos besos un poco más intensos...

Ya era tarde para regresar a su casa, no había traído su automóvil y no iba a permitir que nadie más la llevará a esas horas de las noches a su casa, aunque creo que fue más porque no la quería lejos de mi...

-Tú corazón late demasiado rápido... -habló Freen, mientras me abrazaba fuertemente.

-¿Estás despierta? -me sonroje al verla a Freen sonriéndome plenamente.

-Ya llevo un rato despierta, solo que no me quería mover, me siento en un sueño.

-Te ves hermosa durmiendo... -susurre, para darle un suave beso en su cabellera.

-¿De verdad? Yo creo que me veo cómo un desastre ahora.

-Nunca serás un desastre, eres perfecta, la más bonita de todas.

-¿Ya estás cayendo en mis encantos Armstrong? -dijo Freen riendo, mirándome a los ojos.

-¿Cuándo no lo he hecho? -contesté y ella se sonrojo, me volví a perder en esos hermosos ojos cafeces...

Al ver su reacción, me dispuse a besarla con cariño, , Freen me correspondió gustosa, de pronto esos besos se empezaron a intensificar, ella con mucho cuidado se sentó en regazo intentando no aplastar mi herida de bala, yo con mi mano no lastimada sujete fuertemente su cintura para sentirla más cerca de mi.

Freen con sus manos empezó a recorrer mi cuerpo sobre la ropa en busca de más sensaciones, y eso me hizo querer seguir a más, empecé a bajar mis labios hacía su cuello y lo empecé a besar, posiblemente deje unas marcas inconscientemente pero no le di mucha importancia.

-Bec... -susurro Freen casi entre un gemido y eso me hizo perder la cabeza, hasta alguien tocó la puerta y eso hizo que Freen se alejará de mi sonrojada, nuestras respiración estaba alteradas.

-¿Quién? -hablé con la voz entrecortada y eso me hizo sonrojar.

-¿Estás bien hija? -era la voz de mi Nana, y eso me hizo respirar tranquila, Freen me miró avergonzada.

-Si Nana... -dije, intentando calmar todas mis palpitaciones.

-Freen, ¿sigue dormida? -pregunto mi Nana.

-Nos acabamos de levantar, ¿Sucedió algo?

-No, para saber si van a desayunar mis niñas.

-Si, en un momento bajamos. -escuchamos las pisadas de mi Nana alejarse y eso me hizo reír.

-Qué vergüenza... -susurro Freen, yo sonreí al verla tan sonrojada.

-No estábamos haciendo nada malo. -dije, mientras me levantaba. -¿Vas a bañarte? -pregunté mientras buscaba ropa para mi y para ella.

-Eh... no traje un cambio de ropa.

-¿Y desde cuando eso ha sido un problema? -pregunté mientras le entregaba su ropa.

-Gracias... -Freen observó la ropa, y sonrió.

-Me bañaré primero, ¿o quieres hacerlo tu? -pregunté.