Te Elegiré Siempre

34. "El odio"

Rebecca Armstrong

Uno se arrepiente de muchas cosas durante la vida, no esperás que los golpes sean tan dolorosos, mucho menos que toda tu vida cambie de un momento a otro.

Amo a mi padre, amo a Freen, a mis amigos, a su familia...

Todos ellos son parte de mi, y por más que quiera no pude alejarlos de mis problemas.

Realmente mi único problema es Heng y su estúpido odio hacia mí...

Siendo sincera es algo que no logro comprender, ¿por qué me odia tanto? No es mi sangre después de todo, no hice nada para estar encima de él, yo simplemente era alguien normal.

Alguien que no le gustaba dar lo mínimo, que buscaba ser lo mejor, pero eso es culpa de la mentalidad de cada uno, yo no quería ser la peor, y posiblemente Heng creyó que lo único que quería era opacar su presencia.

Desde que llegué a la familia Armstrong, supe que sería algo difícil, Amanda no me quería y siempre me trato de inferior desde el primer segundo que me vió.

Heng era diferente a su mamá, pero a veces tenía momento en dónde se volvía una pesadilla, en dónde me rompía mis juguetes, dónde me golpeaba, intentando impresionar a algo o alguien, pero nunca lo lograba.

Mi padre Thomas Armstrong siempre demostró que yo era muy importante para él, se enojaba demasiado cuándo tenía un rasguño, regañaba mucho a Heng lo culpaba por no protegerme, después de todo éramos hermanos.

Nunca nos vimos de esa forma, siempre fue cómo una amistad, pero que jamás existió, después recordando mis vivencias puedo verlo, él siempre ha estado loco.

Cada que él llegaba con un logró mi padre lo felicitaba, yo nunca hice algo para hacerlo sentir menos, mi padre siempre me preguntaba si había tenido algo bueno que contar, y siempre le decía de mis buenas calificaciones, de los buenos comentarios, pero nunca era para lastimar a Heng, yo simplemente respondía a las preguntas que mi padre me hacía.

Él estaba orgulloso de mi, siempre lo expreso, nunca ocultó que era su hija, aunque la gente que estaba junto a él intentaba evitar que me mencionara o me llevará a fiestas de la empresa, diciendo que iba a manchar el nombre de los Armstrong.

Mi papá en el momento que escuchó esa estupidez, despidió a los responsables y luego con mucho cariño y honor, me presentaba a sus socios.

-Miren ella es mi hija Rebecca Armstrong, mi princesa y la persona de la qué más estoy orgulloso. -mi papá ponía sus manos en mis hombros mientras hablaba muy animadamente, eso me ponía feliz.

Me hacía sentir en casa... me hacía sentir amada.

Pero nunca vi, cómo Heng observaba esos momentos, nunca vi cómo sus puños estaban cerrados con fuerzas, en su mirada crecía el odio...

No lo supe ver, pensé que él que ya lo había vivido desde antes, ya que yo era una completa desconocida a mi padre, pensé que iba a entender que solo me estaba haciendo sentir en casa...

Heng fue alguien amable, pero manipulador, que tenía el corazón de piedra, su orgullo y su ego fueron golpeados cuando mi presencia llego a la casa.

Y todo ese enojo acumulado explotó el día en que le conté emocionada que había conocido a la mujer perfecta.

-¿Quién es?

-Recuerdas a la chica que te había comentado, la hermosa chica de la exposición.

-¿Si?, ¿qué sucede con ella?

-Ella es la mujer de quién estoy enamorada, nunca me había sentido así...

-¿Enamorada? -se río de mi, me enojé. -¿De verdad?