Miss Manoban./Jenlisa Fic.

4.

Lisa pov's

La noche estaba más que agradable para estar en casa, tenía toda la planeación de mis trabajos de toda la semana así que podría descansar sin interrupciones.

O eso creía.

Estaba en el sillón con mis gatos y mi perro viendo el televisor mientras cenaba hasta que alguien tocó el timbre.

—¿Y ahora quién será?— pregunté cómo si mis mascotas me fueran a responder, loca.

Me levanté dejando el plato de comida fuera del alcance de mis acompañantes peludos hasta llegar a la puerta y ver por la pantalla de seguridad.
En ella se proyectó BiBi.
Esto solo tenía dos opciones.
Solo venía a molestarme o a un polvo rápido.

Conocí a BiBi en la universidad, también era maestra pero ella se especializo en el área de prescolar, tan solo era un año mayor y eso hacia que nos lleváramos de maravilla.
Nos hicimos amigas después de una semana de haber entrado a la universidad, hasta que cambió.

— Flashback—

Era una fiesta de BamBam, estábamos en el quinto semestre de la carrera, así que entre BiBi ya había una gran amistad hasta esa fiesta.
Ambas estábamos pasadas de copas y apenas podíamos mantenernos de pie sin que nos tropezaramos, por lo que BamBam nos dejó en mi casa a ambas para no tener que cruzar media cuidad y dejar a BiBi en la suya.
Mis padres no estaban porque era viernes de citas románticas entre ellos, empalagoso, simplemente empalagoso.

Caminé o hice el intento llevando a BiBi conmigo, como pude llegamos al segundo piso y respectivamente a mi habitación.

—Lisa...¿Te he dicho que últimamente que has puesto más hermosa? Porque es verdad— balbuceó aferrándose a mi vestido, mientras trataba de quitarle los zapatos.

—Ya BiBi, ya me lo habías dicho hoy— Respondí sin darle importancia a la alcohólica.

—Lisa, tengo muchas ganas de besarte— Okay... De manera mágica se me bajo todo el alcohol del sistema.

—Estás muy tomada BiBi, no sabes lo que dices— La dejé sentada en la cama mientras iba por una pijama para ella.

Mientras revisaba el cajón donde guardaba ropa para dormir sentí a alguien abrazarme por detrás y pegandose a mí, levanté mi cuerpo y sentí un aliento recorrer mi columna hasta llegar a mi oído, su respiración se estaba alterando.

—Ambas sabemos que queremos que esto pase Lili...— Habló mientras recorría la parte trasera de mi cuello y empezaba a rozar sus labios en mi piel.

Sabía que Bibi ya era experimentada en esto, sabía cómo alterar hasta a la más seria, la mitad de las chicas en nuestro salón ya habían pasado por las manos de la chica que ahora estaba jugando con mi vestido.

Sin poder reaccionar Bibi me dió la vuelta quedando frente a frente y atacó, me presionó contra mi guardarropa y nos empezamos a besar desesperadamente, BiBi metió su rodilla entre mis piernas para hacer presión en mi entrepierna y pequeños choques eléctricos me recorriendo de pies a cabeza.
Un espasmo en mi vientre me golpeó alterandome.

Una mano de mi contraria ejercía presión en mi cuello robándome el aire de poco a poco y la otra estaba en mi muslo izquierdo apretando fuertemente, como si quisiera dejarme marcas de por vida.

Puse mis manos entre la cabeza de Bibi y la guíe a pasos torpes a la cama, donde me dí la vuelta para caer y ella quedará encima mío.

—Anhelaba desesperadamente probar tu piel, Manoban...— Esa voz, Dios, una lágrima salió de mí y precisamente no de los ojos.
Hasta el momento solo había tenido sexo con una sola chica, la mayoría era con hombres pero esto... Esto no no tenía comparación, ninguno con los que me había acostado se estaban comparando con BiBi y eso que solo eran besos.

—Haré que grites mi nombre hoy y todas las veces que se me plazcan— Me tomó del rostro y su mirada era negra, pesada, llena de deseo, esa mirada era de un depredador listo para comerse a su indefensa presa.
Yo era la presa de BiBi y ella lo sabía.
Paso uno de sus dedos por mi boca, por instinto abrí la boca para meterlo en ella y morderlo para luego succionarlo.
Su mirada tiro fuego, aprovecho que aún tenía la boca abierta para tirar saliva en ella y hacerla que la bebiera, así lo hice.

Desde ese momento, no sería moralmente correcta, mi deseo se apoderó de mi cuerpo, solo respondía al placer sin pensar ni un poco o tan siquiera era sano eso.

—Veremos que tan perra puedes ser— ¿Insultos? Bien, que sean insultos pero que esta tipa ya me meta los dedos hasta el fondo.

—Insultame más— El alcohol o el deseo hablo por mí.

No tardó mucho para que BiBi me hiciera ver las estrellas.
Esa mujer era hábil con la lengua y los dedos.
Me puso en posiciones que ni yo conocía, me mordió, abofetio, nalgueó como se le dió la gana.
Antes de ceder me puso enfrente del espejo que tenía frente a la cama, mientras ella estaba sentada al borde de esta, yo estaba en su regazo saltando entre sus dedos.
Me tomo del cabello y jalo de este, solo para besarme el cuello y dejar mordidas como si fuera un juguete.
Masajeo mis pechos como si fueran masa o bolas antiestres.
Tanto como su espalda y la mía estaban rojas y con rasguños.
Después de estar así como unos 10 minutos llegué a mi punto, me estremecí con sus dedos dentro de mí y tuvo que sujetarme para no caer.

Me recostó en la cama quedando boca abajo, ella se recostó a mi lado y empezó a acariciar mi espalda roja.
Después de un rato Morfeo llegó por nosotras para caer profundamente dormidas aún con la música resonando por mi habitación.

Desde ese momento BiBi y yo nos damos uno que otro polvo cuando estamos aburridas o no tenemos con quien hacerlo y cuando lo hacemos, recreamos todo lo que hicimos ese viernes, ahora metiendo arneses o jugando roles.
En ocasiones yo soy la activa, pero rara es la ocasión.

—Fin del flashback—

—Lili, ¿Cómo estás?— Habló por el intercomunicador.

Le abrí la puerta y ví su figura asomarse por la puerta.

—Hola BiBi— Me acerque para darle un beso en la mejilla como saludo—¿qué te trae por aquí?— Sabía su respuesta, pero quería que lo dijera.

—Ya sabes, tiene tiempo que no nos hemos visto y bueno, tengo ganas— Amo lo directa que es.

—Bien, ¿en la sala, cocina, baño o en mi habitación? Para que al menos meta a una habitación aparte a mis mascotas, no quiero traumarlas— hablé cruzada de brazos.

—¿Qué tal en todos los lugares? Tiene 3 meses que no tenemos nada y vengo inspirada y por lo de tus mascotas, está bien, no quiero que Leo se meta—

—Bien, entra, deja voy por nuestros objetos de trabajo—

Después de una jornada laboral a medias, no me haría mal un polvo, digo para no estar de mal humor en la escuela.

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Tardaba una eternidad en actualizar viste? He estado ocupadita por la escuela, pero prometo actualizar más seguido 🐈‍⬛💞.

—CassByJauregui🍃