16.

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Lisa Pov.

Sentía una descarga eléctrica que recorría mi cerebro hasta llegar a la punta de mis pies y rebotaba hasta mi vientre.
¿Era mejor hacerlo en un auto bajo la lluvia? No, pero quien pensaba en eso.

Sin separarnos pasamos a la parte tracera del auto por el espacio.
Con agresividad saque la chaqueta de ese niño lampiño pero al momento de quitarle la camisa a Jennie, lo hice como si fuera de cristal y mis dedos eran martillos.

Sentí su delicada piel hacer contacto con mis dedos temblorosos.
Levanté mi mirada y aunque Jennie tenía los ojos cerrados tenía sus labios formando una “O”, jadeaba con pesadez y murmuraba maldiciones.

Haré todo lo que cualquier niño o niña inexperta pudo hacer con usted— dije chocando mi respiración en su cuello antes de empezar a dejar mordidas y chupetones en el.

Miss...—Con una de mis manos atraje su cabeza más cerca, cuando estuvimos frente a frente pase dos de mis dedos en su boca, haciéndola callar.

Shhh, tranquila Jenn, en este momento no somos maestra y alumna— mientras seguía con mis dedos en su boca, abrió sus labios y metió los mismos para succionarlos.— a partir de ahora, solo soy Lisa— clave mi mirada en su sostén.

Quite los broches bajo su mirada y la prenda cayó.
Por inercia mordí mis labios ante la vista y con una mano pase entre sus pechos, tomando la aréola y apretándola de lo erecta que estaba, sentí como Jennie ahogó un grito.
Sentía la punta de mis dedos arder del frío, pero mi cuerpo emanaba calor.

Traté a Jennie como debía, no quería exagerar como lo hacía con BiBi, fui delicada y cuidadosa.
Por más difícil que me fue, controlé demasiado bien mi deseo, hundí en lo más profundo de mi mente cualquier pensamiento de pasarme de la raya.

Cuando logré que se liberará su cuerpo cayó a mi dirección, ¿Fue mucho? Porque se veía cansada, seguía respirando sin control y el sudor hizo una pequeña capa en su piel.

Aunque ella me había dejado marcas en la espalda que recorrían hasta mi cuello y bajaban.

Sentí como se quedaba dormida encima de mí, por lo que opte dejarla descansar un poco para luego despertarla y irnos.
Ya eran pasadas de las 4 de la tarde y de seguro su madre o su padre estarán preocupados por ella.

La vestí lentamente, evitando despertarla, saque algo de maquillaje de su mochila y maquille su rostro y los chupetones que tenía en el cuello.
Arregle su cabello y me dí cuenta que si estaba rendida, ni siquiera se inmutó.
Me arreglé y arranqué el auto, a baja a velocidad porque en todo momento la lluvia no había bajado su intensidad y incluso sentía lo resbaloso del asfalto con solo manejar.

Iba en silencio, no quise poner música por si llegaba a despertar.
Iba pensando en lo pasado y que, seguramente Jurin me acabaría las mejillas de las bofetadas que me daría cuando sentí que se empezó a remover en el asiento.

Baje aún más la velocidad y volte a verla, seguía retorciéndose en el asiento con el seño fruncido, murmuraba cosas que no alcanzaba a entender.
Hasta que puse atención, deteniendo el auto, sabía que alguien con pesadillas era difícil despertarlo, pero se tenía que hacer pero no comprendía si estaba teniendo una pesadilla o era la incomodidad del asiento.

Hasta que empezó a patalear y a removerse demás, casi llorando y escuché claramente lo que decía.

Por favor, quédate... No quiero volver a hacerlo, no me hagas hacerlo pero quédate conmigo... Te lo pido de rodillas, no te vayas— ¿De qué mierda hablaba?, ¿Qué la estaban obligando a hacer?.—¡Quita tus manos de mi!, ¡No puedes dejarme aquí!— Gritó despertándose de golpe, su pecho subía y bajaba con violencia y sus ojos estaban bien abiertos.

—¡Jennie!, tranquila— intenté acercar mi mano a su espalda pero en cambio recibí un golpe en ella, haciéndome retroceder.— ¿Qué pasa?, ¿Qué soñaste?— pregunté curiosa.

Se veía agitada y muy alterada, su mirada a mí cambió, parecía que me tenía miedo.
¿Qué mierda había pasado?

Déjeme aquí... Por favor...— habló bajo.

¿Pero por qune interrumpió gritando.

¡Que me deje aquí!, ¡Mierda!— ¿Qué mierda le había pasado?

Tranquila, no te dejare aquí, sigue lloviendo a cántaros— por si las dudas accione el seguro del auto.

Mi mayor error.

Abrió más los ojos y volteo a la puerta, intentando abrirla y al no conseguirlo empezó a lanzarme golpes.
Como pude puse mis antebrazos como escudo.
Con el paso del tiempo, la dureza de los golpes disminuyeron, cuando pararon puede subir la mirada.
Encontrándome a una Jennie con las manos presionando su rostro.

Perdóname, el clima así me trae recuerdos muy amargos— dijo en un suspiro

—¿Qué clase de recuerdos?— lentamente apoye mi mano en su espalda.
Aunque se tensó por el contacto, fue bajando la guardia cuando hice círculos con mi mano.

No... No quisiera hablar de eso, no ahora— se achicó en su lugar escapando de mi mirada.

Suspiré derrotada, no iba a presionarla a decirme así que volví mis manos al volante y seguí el trayecto a su hogar.
Ella tampoco protesto y se digno a mirar el camino.

El trayecto fue largo y algo incómodo, cuando llegamos acerque mi auto lo más que pude a las escaleras de su hogar para que no se mojara de más.

Adiós Jennie, descansa— me despedí con la mano y ella hizo lo mismo, deseandome dulces sueños y así partí a mi hogar.


Cuando llegue a mi destino subí directamente a mí habitación, tumbandome en la cama y soltando un fuerte suspiro de cansancio.
Me levanté con dificultad y me coloque mi pijama y me volví a tirar a la cama, tomando mi celular y llame a Jurin.

—¡Lalisa Manobal te voy a matar a penas te tenga enfrente!— gritó en la bocina del dispositivo y lo alejé de mi oído.

No fue para tanto...— seguía alejada del móvil, con miedo que alguien volviera a gritar y así fue.

—¿¡No fue para tanto!?, ¡No será para tanto la paliza que te daré maldita idiota!— bien, ahora tengo miedo.

Ella empezó, te lo juro— intentaba defenderme de cualquier manera.

Pero ella es una mocosa que se quiere sentir grande y madura, tú ya eres una anciana decrépita y depresiva, se supone que tienes mentalidad dura como para una niña con delirios de adultez te corrompa, piensa por un momento con el cerebro y no con el culo— ¿La verdad dolía?.

Bien...tienes razón, ganas tú, Asaya pero, no me excedí, no fui igual como si lo hiciera con BiBi—

—¿Y eso qué?, no quitará el hecho que te cogieras a una menor— susurró lo último .

¿Estás cerca de tus hijas?— de alguna manera tendría que cambiar el tema.

Si, Chisa y Juria tuvieron la gran idea de jugar fútbol americano dentro de la casa y casi la destrozan— cambió su tono de voz—Pero no me cambies el tema, verás cuando te vea maldita loca.


Bien, estoy acabada.
Y merecido, pero seguía con algo en la mente.


¿De qué recuerdos hablaba Jennie?







🧸///👓





Algún día volveré a actualizar diario, algún día.



Los te ku me ❗🧸

Que siga el drama 😈



CassByJauregui🍃

Miss Manoban./Jenlisa Fic. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora