Miss Manoban./Jenlisa Fic.

10.

Jennie's Pov's

Eran aproximadamente las 9 p.m.

Ni una llamada de mi madre y yo seguía sin dar señales de vida.

Aunque Sam, mis nanas y mi padre se habían encargado de estallar mi celular con llamadas, no les atendí y puse mi celular en modo avión.

Estaba paseando con mis amigos después de sacarles la información suficiente del porque parecían que parecían ladrones.

Querían entrar a una de las casas de mi padre y desestresarse.
Sinónimo de romper todo lo que tuvieran enfrente, solo por lo hecho por mí padre.

—Pedazo de hijo de puta, enserio que lo odio— Rosé apretaba el volante fuertemente que se escuchaba levemente el plástico de la funda del mismo.

—En este auto no eres la única que lo hace Rosie— respondió con aburrimiento Yuqi.

—Es hora de ir llegando a la casa de ese imbécil— Momo y Hyunjin eran copilotos.

—¿Están seguros de hacerlo? Digo, fue un completo idiota pero nos meteremos en muchos problemas, sus casas son propiedad privada.— dije dudosa, tenía odio pero también tenía miedo de hacer eso.

—Claro que lo haremos Jennie, ese idiota no ha salido intacto cada que te ha echo algo y hoy no será la excepción— dijo Nayeon al lado mío.

—Están pensando con la cabeza llena de odio chicos...— dije viendo como Rosé sumergía más su pie en el acelerador siguiendo el GPS de su auto.
Ya había marcado la zona de donde vivía mi padre.
Más nunca me dijo con exactitud cuál era su casa.

Sentía como el auto aceleró repentinamente y voltee a ver al tablero.
Marcó 130 km/ h.
Se mantenía así pero era cuestión de tiempo que Rosé volviera a pisar ese pedal como enferma.
Sabía que este Silverado del 2016 fue modificado por gusto de Rosé a un motor alterado para más velocidad.
Una velocidad de 129 millas por hora.
Equivalente a 207.06 km/h.
¿Cómo un Silverado sobrevivía a esa velocidad? Rosé se encargó de que su padre le invertiera algo de dinero a modificar su “juguetito”.

—No puedes retroceder Jennie, estamos a menos de 5 kilómetros de llegar— por fin Rosé bajaba la velocidad lentamente a una decente.
Solo para que el motor del auto no hiciera tanto ruido.

—Una de estas casas es, el problema es que todas se parecen— Momo salió del auto dejando la puerta de este abierta mientras observaba detenidamente cada casa.

—La más lujosa debe ser— dijo Chaeyoung intentando ver pero era difícil siendo 4 en una camina de 3.

Bajaron todos y yo solo me quedé estática.
¿En verdad era necesario hacer esto? Yo no me sentiría bien hacer esto, antes si.
Porque solo era romperle un jarro, tirarle cloro a los trajes negros que él usaba, rayarle algún auto con una aguja o lima.
Ahora mis amigos bajaban bates, tubos de metal, pintura en aerosol y linternas mientas se ponían pasamontañas y guantes.

De repente la puerta del auto se abrió y era Rosé, con su pasamontañas y uno en la mano.
Se bajó la parte de la boca del suyo para poder hablar más claramente.

—Toma esto, póntelo y no tomaré un no por respuesta Jennie Kim— me tiró el pasamontañas quedando en mis piernas, lo tomé dudosa y lo observaba bajo la atenta mirada de Rosé.

—Pero... Rosie, esto no está bien... ¿Qué tal si Jane está ahí? Ella no tiene la culpa de que nuestro padre sea un imbécil.— mi voz tembló.