Otra persona

☆Zeynep☆parte 2

Imaginarme a una pequeña Leyla indefensa no estaba en mis planes, desde que Doğan había bajado su guardia algunos recuerdos volvían poco a poco a mi mente, lo quisiera o no, formaba parte de mí y aunque me asustaba tras la actitud de Leyla llege a la conclusión que sea quien sea y este en cualquier parte de este planeta, me enamoraría de Leyla.

—Leyla...también estoy asustado, jamás pensé en, no se, matar una persona pero lo he hecho, y ojalá no fuera tan complicado.

—Kenan—sujetó mi hombro cuando intente apartarme—lo solucionaremos ¿de acuerdo?

—¿Aún si soy un...asesino?

—Aún si lo eres Kenan, te conozco y posiblemente me hayas salvado la vida varias veces, vamos a hacer justicia y ya luego lidearemos con eso.

La rodee con mis brazos porque no se como lo haría yo en su lugar, sipre ha estado del lado de la justicia legal y no por mano propia pero parece estar tan afectada que no le importa nada de lo que suceda de ahora en adelante. Incluso iría a prisión sin dudarlo, lo merezco y no deja de sorprenderme que este de mi lado, me aterra pensar en perderla.

—Kenan...—murmura—se que tu mente está trabajando rápidamente, porfavor confía en mi.

Asentí rápidamente y me levante de allí dirigiéndome a la cocina por dos casos de agua y una vez los tuve le lleve uno a ella, las últimas horas no habíamos comido nada y mucho menos bebido algo por lo cuál llegó a la conclusión de que debería preparar algo de comer.

—Yo, tengo algo guardado aquí—le digo mientras vuelvo a levantarme—lo encontré en el escondite de Doğan.

Me acerco a la estantería y tomo una pequeña cajita de allí, la llevo hasta el sofá y la abro frente a ella para que vea lo que contiene, se le iluminan los ojos y no duda en tomarla.

—Es la armónica.

—Mhm, al aorecer Doğan tampoco puede salir de tu hechizo—susurró sik dejar de mirarla a los ojos—es algo imposible.

—Eh inevitable—murmura sin dejar d ebservarme

Me acerco cada vez más a ella y cuando estoy lo suficientemente seguro tomó su cuello y la atraigo hacia mi besándola, la aferro a mi cuerpo sintiendo su calor, la posibilidad de que me odiara la sentía cada vez más cerca y ahora que la tenia conmigo y sin mentiras de por medio no la dejaría ir, pelearia por ella cueste lo que cueste.

—Te amo—murmure y le di otro beso—Eres lo más bonito que ha llegado a mi vida Leyla Gediz y espero estés dispuesta a casarte aún después de todo.

Se sentó sobre mi regazo y con sus ojos demostrándole todo su amor asintió varias veces sin soltar mi cuello mientras acaricia mi cabello.

—Claro que si Kenan, iría hasta el fin del mundo contigo, solo si sigues mirándome así.

—Siempre.

Volví a besarla y sonreí cuando sus manos se colaron bajo mi camiseta, acaricie su espalda y me centre en almacenar su aroma durste las siguientes horas y a amarla como tanto se lo merecía.

Leyla

—¿Crees que aquí encontraremos algo?

—Espero que sí, Doğan dejó anotada esta dirección, al parecer el señor Ekrem venía aquí muy seguido.

—Ya y Doğan lo seguía, mi padre encontró encontró reloj aquí, con tu nombre—le comenté—me di cuenta por la mañana—aclaro.

—Es muy lista fiscal.

Ingreso al galpón y me mantiene tras su cuerpo mientras se asegura que no haya nadie más dentro, toma mi mano y camin hasta lo que parecer ser una oficina improvisada, esta nuy desordenada asique tomA una de las esquinas y comienza a buscar, y yo hago lo mismo del otro lado.

—Sabes, Doğan hirió a mi padre...

Se voltea rápidamente y me observa confuso, le sonrió levemente mientras le hago una seña de que siga buscando.

—Cuándo me dijo que me salvo en el secuestro supe que fue el quién me dio el cuchillo, de hecho, sentí tu aroma cuando escribió en mi brazo, confirmo que coincidía con la primer herida de mi padre, la cual no lo mató, sin dudas.

Kenan vuelve a mirarme y niega como si no pudiera creer lo que está escuchando.

—Cuándo nos casemos, espero sepamos contar estas cosas con más tacto ¿que dices?

—Me parece bien—sonrío y sigo con mi trabajo.

Es cuestión de minutos hasta que me encuentro con una carpeta que no dudo en revisar, me encuentro algunas cosas que ya sabía, varias alianzas que quería ignorarlo, además su relación directa con la mafia que no dudo en mostrarle a Kenan.

—Aquí—señala uno de los apartados—¿Quieres que lo lea yo?

—Si, porfavor.

Toma la carpeta y sin soltar una de mis manos comienza a leer lo que allí pone y no puedo evitar sentirme nerviosa, se toma su tiempo hasta aue porfin me mira.

—No podremos saber mucho sin el, pero puede servirnos, él...se involucro con la mafia para el pago por las cirugías, borro al completo las secuelas tras el incendio y el cambio del cabello y además....

Deje de escucharlo, sentía mi piel ajena a mi cuerpo, mi cabello ya no era real para mí, comencé a marearme y me sujete con fuerza de su camisa y poefin pareció darse cuenta.

—Leyla—escuhe su voz lejana—¡Leyla! Cariño, todo está bien.

Intente enfocar la vista hasta que pude volver en mi misma, sentí mis ojos llenos de lagrimas y solloze contra su cuerpo, no dudó en abrazarme con fuerza y yo solo quería quedarme allí bajo su calor.

—Ellos me hicieron daño Kenan, ya no es mi padre, nunca lo fue.

Siento sus manos secando mis lágrima y como besa mis mejillas reiteradas veces.

—Ya han pagado Leyla, aquellos que faltan tmabien lo harán, pero scuchame bien—me ayudo a sentarme frente a él y sostuvo mis manos—Eres tu Leyla, no eres Zeynep, eres Leyla, con esa piel y con ese cabello ¿no te das cuenta? Esos hoyuelos y esa sonrisa te pertenecen.

—Pero...ellos me cambiaron.

—Lo se, pero eres tu—repitió—no importa lo que hayan hecho eres mi Leyla y eso nadie va a cambiarlo ¿de acuerdo?

Asentí y tomé su rostro entre mis manos—Entonces, tu sigues siendo mi Kenan?

—Solo tuyo Leyla.

Salimos de allí con la carpeta en mano y dos fotos que encontramos en un sobre, si algún momento dudamos de esto, ya no podríamos volver a hacerlo, allí estaba esa pequeña niña que creí ajena a mi pero que ahora mismo sufría por ella, se que él también sufre por lo que está pasando, ambos hemos sido engañados a lo largo de estos años pero no dudo en que todo saldrá a la luz, pondría mis manos sobre el fuego por Kenan sin dudarlo, ahora mismo no lo hará por mi familia.

Todos mintieron, cada uno de ellos lo sabía y aún así lo mantuvieron en secreto, podría no saber toda la verdad o si quiera quien fui, pero se quien soy, Soy la fiscal Leyla Gediz y estoy tan enamorada de este hombre y eso es de lo único que estoy segura.