Damon & Stefan
- Cariño estoy en casa - Damon grita mientras entra a la casa.
- Aquí... - la voz de Stefan hace eco desde el estudio.
Sonriendo Damon encuentra a su hermano leyendo junto a la chimenea. El suave crepita del fuego es reconfortante, pero Damon no está tratando de relajarse esta noche. Tiene un zumbido decente y su siguiente movimiento es enfocar con láser un objetivo.
Stefan no se da cuenta inmediatamente del estado de animó del mayor hasta que le quitan el libro de las manos y lo tiran a un lado.
- No había terminado con eso.. -.
- Lo has leído al menos dos docenas de veces. Seguíra ahí cuando hayamos terminado -.
- ¿ Y que estamos haciendo exactamente ? - pregunto Stefan, ocultando su diversión.
Damon se acerca hasta que sus rodillas tocan el sofá en el lado opuesto de las piernas de Stefan.
Una ceja levantada y está arrodillado sobre el regazo de su hermano menor, mientras Stefan lo mira con cautela. A Damon le gusta esta parte, donde las manos del hombre van a la parte posterior de sus muslos y quieren destellos en sus ojos.- ¿ Noche lenta ? -.
Con un encogimiento de hombros silenciosos, Damon se inclina, un dedo enganchado debajo de la barbilla de Stefan hasta que sus labios se presionan juntos.
La lengua de Stefan roza su labio inferior y, de repente, Damon es golpeado hacia un lado con la mano de su hermano menor alrededor de su garganta. Exhala con cuidado, rodeando con los dedos la muñeca de Stefan.
- ¿ Problemas ? -.
- Sabes a brillo labial - Stefan se burla.
Con un pequeño giro de ojos, Damon tira de la mano de Stefan.
- Pense en probrar algo nuevo -.
- ¿ Encontraste algún juguete nuevo que beber ? -.
- La noche tuvo sus momentos -.
Con los ojos muy abiertos, el menor se suelta y se recuesta con el ceño fruncido.
Damon frunce el ceño se pasa una mano por la boca, se la limpia en los jeans. Se endereza para que los cojines soporten su espalda, a pesar de que una pierna ahora está inmovilizada detrás de Stefan y la otra todavía está sobre el regazo de Stefan. No es como había pensado que serían las cosas, pero no es alguien que se rinda facilmente.
- Ey -.
- ¿ Qué ? — espeta Stefan.
- Ella no es importante -.
Tomando las manos del menor, resistiendo una sonrisa triunfante mientras el menor se deja llevar con facilidad, Damon las lleva a los botones debajo de su estómago.
Stefan deshace el primero y Damon deja de guiar sus manos. Después del segundo, Damon los suelta y los deja caer a sus costados. Los ojos del menor se suavizan cuando ven la piel.