『VI』

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Si había una persona a la que Qin odiaba en todo el Valhalla, como humano o dios, era Poseidón. El tipo era un arrogante y presumido de primera, desesperante, egoísta, un asesino despiadado y con una mentalidad pobre de cómo era ser un dios, así que para el gran emperador que buscó el bien para su pueblo, el tirano de los océanos era la peor existencia conocida.

Eso pensaba al principio, pero cuando más analizaba su personalidad, sumando las palabras de comparación de Hades a él, entendía que no había mucha diferencia entre los dos. Había una razón por la que sus hijos nunca lo buscaron mientras residían en el Valhalla, por el que ninguna de sus concubinas regresó a sus brazos; Cometió errores pero aprendió a soltar su pasado y mejorar por un nuevo futuro.

Odiaba admitirlo, pero Poseidón había cambiado desde que se reencontró con Nikola, el humano que conoció en la tierra, el Midgard. Seguía siendo el mismo arrogante y presumido de siempre, pero el tipo sabía cuándo se había equivocado, cuando pedir perdón e incluso sonreír con la naturalidad del sentimiento. De la misma manera en que él, como Qin Shi Huang, entendió que no había nada de malo en confiar de la gente, en que no siempre sería el primero y que no todos lo estimarían.

Eso sí, había algo que ambos adquirieron con fuerza. Amar a alguien que merecía la pena.

Después del ataque de Leónidas a Poseidón y que éstos recibieran un castigo y un perdón, el tirano de los océanos le pidió ayuda tanto a Kojiro como a Qin para encontrarse con Nikola y hablar, ofrecerle una disculpa digna y una propuesta de amistad; Así que Shi Huang, el día en que el dios acudió a él en su palacio acompañado del japonés, sabiendo que Hades también estaba con él, le habló directamente.

—Quiero darle una sorpresa a Nikola, así que necesito su ayuda.

Hades entre risas nerviosas, confesó su picazón de saber que su necio hermanito requería ayuda y Qin aceptó sin duda alguna. Si era para darle a su mejor amigo una buena relación amistosa con un dios tan complicado, entonces lo haría sin pensar en nada más.

—Nikola siempre quiso volver a Karlobag, pero nunca tuvo la oportunidad ¿por qué no darle algo que le recuerde a ese lugar? Los dos lo conocen a la perfección, apuesto a que ya se te ocurrirá.

Por supuesto, Qin no pensaba que Poseidón recurriría a su hermano mayor para lograr tal acontecimiento, por lo que Hades se desapareció de su castillo por varios días con un simple "volveré más pronto de lo esperado, mi amado". Pero no lo hizo. El rey del Helheim volvería a su reinado después de la fiesta y regresaría hasta después de un mes. Se ocultó con Nikola en su laboratorio, quien se encontraba trabajando a lado de Belcebú en el tema de su nuevo brazo.

Nikola le brindó un poco de seguridad diciéndole que tenía un buen motivo y, como siempre, Belcebú se la pasó molestándolo. Qin no entendía por qué ese tipo oscuro seguía picándole constantemente, se supone que Hades los había hecho hacer las "paces" luego del Ragnarok, probablemente estaba celoso. Finalmente, en esa noche, luego de haberse quedado dormido escuchándolos hablar de ciencia, Belcebú se marchó, Hades volvió a sus brazos y Poseidón apareció junto a ellos.

—Emperatriz, amor mío. He extrañado tu presencia a mi lado estos días. Permíteme enmendar esta ausencia.

Qin sabe cómo encantar a la gente por medio de palabras, pero si había alguien que le hiciera competencia y doblegara su espíritu vencedor, era Hades. Sus palabras adecuadas endulzan su oído y su orgullo flaquea por unos segundos.

—No te será nada fácil, mi rey. —una sonrisa pícara se coló en el rostro del emperador—. El grado de tu castigo dependerá de si tu trabajo rindió frutos.

˚✧·𝐀𝐧𝐬𝐢𝐚𝐝𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚 ·✧˚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora