『VII』

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*Dos meses después*

Eres un egoísta, sólo consideras tu propio temor sobre el esfuerzo de Nikola. Pasó meses sin descanso construyendo algo para ti ¿y dejarás que comience desde cero? ¿Eres un rey? ¡Demuestra que lo eres y enfrenta la oscuridad y el miedo!

Aaaah, ¿por qué incluso en sueños recuerda las palabras de ese desesperante pescado?

Pero tenía razón... en una parte. No estaba mal que viera por su propio miedo, pero tampoco estaba bien distinguirse como aquel que pisa los obstáculos y acobardarse por un poco de oscuridad momentánea. Él era el rey del comienzo, el emperador de China, el ganador del Ragnarok. ¡Él iluminaría la oscuridad con cada uno de sus pasos!

¡El miedo no forma parte de su vocabulario! ¡La fuerza y el poder eran el motor de su sistema! ¡Él era el mayor rey que el mundo alguna vez conoció!

—Te prometo que despertarás... Estaré aquí esperando por ti.

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La cabeza de Nikola se deja caer a un lado con cansancio y presa del sueño acumulado por horas, frente a él, Hades sonríe suavemente conociendo el destino del humano al caer rendido luego de permanecer más de diez horas de pie y con la atención a flote.

Va colocando los frutos de la granada en un tazón, escuchando la radio encendida y apoyada en la mesa a lado de la camilla, cautivado por aquellas melodías enfocadas en el siglo XX. El sentimentalismo romántico de la música humana siempre le ha fascinado en cada una de sus notas plasmadas en el violín y el piano, deleitándose de las composiciones conjuntas que explotan pensamientos que giran en torno a temas simples y complicados.

Arroja la cáscara de la granada en el cesto de la basura, acercándose al lavabo de la habitación para limpiarse las manos; Al tiempo que se secaba con una toalla, un quejido de cansancio e incomodidad, suave y melódico a sus oídos, resuena en la habitación haciéndolo voltear.

—¡Yíng Zhèng!

Hades se acerca de regreso velozmente a la camilla, tomando la mano de Zhèng entre las suyas, observando sus preciosos iris azules brillar con el destello de la vida. Los ojos del humano se terminan por abrir, entrecerrando con cansancio para alternar entre el techo del cuarto y la presencia del dios.

—¿Hades...?

—Sí, soy yo. —la sonrisa del dios se atenuó con ternura, usando una de sus manos para retirar el cabello de la frente contraria—. ¿Cómo te sientes?

—Con sueño... —distraídamente, su cabeza volteó para buscar algo, la nada misma quizá, deteniéndose en los ojos del dios con un gesto preocupante—. ¿Cuánto tiempo ha...?

Hades niega con la cabeza bajo las intenciones de disminuir el miedo en el corazón del humano, la intranquilidad en los ojos del emperador es notable.

—Sólo han pasado dos horas desde la operación, tranquilo.

—Estás aquí...

—Te prometí que estaría contigo en todo momento. No me he ido, y no me iré.

Yíng Zhèng cierra los ojos y sonríe sintiendo los labios de Hades en su frente en una clara muestra de amor y devoción.

—Me pesa el costado izquierdo... —Zhèng se quejó con un gruñido.

—Bueno, te acostumbraste cinco años sin un brazo, ahora tendrás que hacerlo de nuevo con ello.

Qin sabe por qué de su cansancio y el peso extra en la otra parte de su cuerpo, voltea el rostro para ver la inclusión de su nuevo brazo, no puede verlo bien, pero sobre todo, porque la presencia de Nikola durmiendo a su lado es más importante.

˚✧·𝐀𝐧𝐬𝐢𝐚𝐝𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚 ·✧˚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora