˚✧·𝐀𝐧𝐬𝐢𝐚𝐝𝐚 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚 ·✧˚

『I』

Frío

Silencio.

Oscuridad.

"¿Qué fue lo que pasó?"

-No se preocupe, majestad. Está en las manos más capacitadas de todo el Valhalla. Podrá recuperarse en su totalidad.

"Esa voz, es de... ¿De quién es esa voz? ¿Dónde estoy?"

-Míralo, sus signos vitales son muy débiles... no sería nuestra culpa si muriera... ¿Quién extrañaría a este humano?

-No está en nuestras manos juzgar sus pecados, nuestro trabajo es curarlo. Él peleó por la humanidad, por su gente.

-Ay, por favor. Quizá, si desconecto este cable aquí...

"No se me acerquen, aléjense de mí. ¡No me toquen!"

-¡Mira eso! El señor Belcebú ganó la siguiente ronda. ¿Eso podría considerarse como una victoria de venganza?.

-Sabía yo que le tenía una gran estima al señor Hades. Ya sabes los rumores que surgen alrededor de ese hombre, normal que no quisiera admitirlo.

"¿Hades...?"

-También ganó el dios Apolo. ¡Lo sabía! ¡Yo sabía que no podía caer derrotado! El señor Hades ya tiene dos venganzas en la bolsa. Tengo entendido que Lord Apolo lo consideraba como un hermano mayor.

-Eres una enfermera nada neutral. Si los humanos ganan, nosotras también.

-Estamos aquí por órdenes del dios Zeus. No me vengas con sermones.

"Es verdad... Hades. ¿Dónde...? ¿Dónde está? Quiero verlo. Quiero agradecer por su respeto... ¡Tráiganlo!

-El Ragnarok terminó... los humanos ganaron.

-Lo hicieron con su esfuerzo. Todos fueron valientes, fuertes y honorables. Tenemos que ir a la ceremonia de respeto.

-¿Qué hay con el humano?

-La ceremonia no será larga, su puerta será cerrada para evitar que alguien intente hacerle daño. Además... no creo que despierte. Sus signos son débiles, no muestra mejoría... probablemente morirá.

"Pero estoy despierto... ¡Estoy bien! ¡Estoy respirando! Escucho sus pasos. ¡Vuelvan aquí! ¡Acaso no ven que estoy vivo? ¡No se vayan! ¡Por favor! No... no me dejen solo...Muévete.... Maldita sea, ponte de pie. ¡Eres el primer rey de China! ¡Tus palabras son ley! ¡Yo hago el camino! ¡Yo soy el rey del comienzo!

Levántate, levántate, ¡Levántate!

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Las enfermeras drenaron el agua de la cápsula de recuperación e inclinaban la camilla en dirección diagonal, al mismo tiempo que la pequeña Valquiria lucía desesperada por abrirla con sus manos desnudas.

El cristal fue removido, el paciente en recuperación comienza a toser tras quitarse la mascarilla y los delgados brazos de la joven se terminan enredando alrededor de su cuello en un abrazo.

-¡Despertaste! -gritó emocionada-. ¡Estás bien! ¡Estás vivo!

Qin Shi Huang todavía tiene la mirada nublada y fijada en un punto muerto de la habitación, ni siquiera es capaz de sentir las gotas saladas de su compañera en su hombro porque todo su cuerpo está empapado. Una de las enfermeras se le acerca, colocando una lámpara pequeña en sus ojos y ver la reacción de su retina.

Ante la iluminación directa, la pupila del hombre se contrae y desvía el rostro con la molestia del gesto grosero.

-¿Tu nombre es... Alvitr...?