.~-*Sentimiento número 2. Confusión y opinión. *-~.

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El día poco a poco iluminaba la sala, creando un bonito amanecer para el hechicero, que despertaba muy lentamente. Poco a poco abriendo los ojos, pudo notar que la gata seguía allí con él. Aún acurrucada. Con un bostezo, estiró un poco sus extremidades que se sentían de alguna manera muchísimo menos adoloridas. Aun así, con pensamiento frío, decidió empezar a flotar antes de tener que sentir lo mismo que ayer. Giró su vista hacia el otro lado, y pudo ver como Spreen seguía tomando notas de algunas cosas, extremadamente concentrado. Al ver movimiento desde el rabillo del ojo, una voz algo temblorosa y cansada habló; -Buenos días maguito... -Dijo, sin siquiera mirarlo.

Juan pensó un poco, y rápidamente pudo darse cuenta de que el híbrido no había dormido nada, por alguna extraña razón que él no lograba comprender. Se acercó a él y miró un poco lo que estaba haciendo, tratar de saber qué era lo que le llevaba tanto tiempo. Mientras más trataba de entender, peor se ponía sinceramente, ya de por sí no podía entender nada, con tanto papel se le iban los ojos sinceramente.

Spreen miró atentamente a Juan, confundido por su actitud. Por los pocos segundos que había estado despierta, ya se notaba una diferencia abismal del mago de ayer al de hoy. - ¿Qué demonios es todo esto? - Preguntó, seriamente. Cogió unos papeles y se los llevó frente a la cara, pero al notar la repentina mirada exhausta de Spreen encima rápidamente los dejó. Spreen recogió los papeles y los ordenó junto a una pila que tenía al lado. -Seguro no recuerdas, pero soy el ceo de una cadena de restaurantes. -Dijo, humildemente mostrando una sonrisa algo pícara. -Oh, supongo que eso es bueno. - Dijo, tomando en cuenta que no sentía nada negativo en cuanto a eso. Spreen se levantó de la silla, algo tambaleante. A ser sincero, hacía tiempo que no dormía como era debido, y eso lo tenía así de débil.

Se escuchó a alguien llamar a la puerta, y con la clara aceptación del híbrido, Juan abrió la puerta con su magia. Mayichi estaba del otro lado, buscando a su jefe. Al verlo, no tardó mucho en correr a ayudarle. - Patrón, ya va siendo hora de que tome un descanso...Enserio se lo pido. -Dijo, tratando de que Spreen se apoyara en ella, cosa que claramente no hizo. Simplemente respondió de vuelta. - Lo haría, pero ahora resulta que tengo que cuidar de un pelotudo...- Lanzó una mirada a Juan, que simplemente bufó en respuesta. Mayichi quedó un poco confundida, y al ver su mirada, Spreen le explicó un poco todo.

No tardó mucho en entender, y Mariana que llegó justo segundos después de que comenzara la explicación, también logró enterarse del chisme. - Patrón, no se preocupe, ¡nosotros cuidaremos del señor Juan! -Entusiasmado enunció Mariana, que junto a su mascota parecían el dúo perfecto. - No, no. No, este mago de aquí apenas y se controla... -Señaló al mago, y sinceramente le calló el hocico. Este estaba jugando con su gatito, que despertó hace tan solo unos segundos. Para Juan, estas criaturas eran bastante extrañas, no sentía nada hacía ellas, tan sólo una confusión que llegó repentinamente a él esta mañana.

Mayichi sonrió algo enternecida por la acción, y segura también insistió. -No se preocupe, el restaurante hoy está cerrado. Se merece un descanso. -Ronroneó, enroscando su cola gatuna algo traviesa. Spreen le echó un último ojo, suspirando. En su miraba se podía notar la preocupación, afecto y tristeza que siempre trataba de ocultar. Se puso sus gafas de sol, tan pronto como notó que Mayichi había podido notar sus emociones de nuevo.

Con una sonrisa, Mariana agarró al hechicero del brazo y empezó a llevárselo por la puerta mientras Mayichi le decía Spreen que todo iba a estar bien. Bajaron por las escaleras, y esperaron a que la semihumana bajara. La pequeña sorpresa que se llevaron ambos fue que bajó con una lista de cosas que podía llegar casi casi al suelo, y un pequeño aparato que Juan reconoció a la primera. -Pinche oso... -Se mordió la lengua, algo fastidiado. Algo confundido por la actitud de los dos, decidió analizarlos un poco. A lo mejor de esta manera, podría identificar mejor a cada uno.

~The Forgotten Me~ IJuan CubitoIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora