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── ¿Por qué huyes?

── Tengo miedo Rin, realmente no me quiero casar.

── Tarde o temprano lo tendrás qué hacer pero, preferiría qué sea más tarde. Hermano vamos a dar un paseo. ── intentando cambiar relajar a su pariente, cambió de tema

── Vamos, Rin. ── rápidamente el de cabellos rojizos tomó al chico de su muñeca y se lo llevó junto a él

── Espera, espera. No llevamos ningún disfraz.

── No iremos al pueblo, iremos a los campos del palacio.

── Oh.. ── esa respuesta no se la esperaba

Ambos chicos corrieron por todo el palacio, yendo por los pasillos secretos llegando a una nueva zona, una muy amplia sala llena de flores, plantas y todo tipos de árboles frutales. Estarían allí por un largo tiempo, era sus lugar favorito del cual casi nunca podían visitar por motivos de sus padre.

── Aire puro, Rin.

── Tienes razón. ── soltando se del suave agarré qué tenían sobre su muñeca, camino un poco más, adentrándose al campo de bellas flores. ── Un aire tan reconfortante

── Padre ya nunca viene a está zona, si viene alguien me despiertas. ── con mucha calma, el príncipe mayor terminó arrecostado en el suave césped

Su hermano le veía atentamente, todo movimiento y detalle que hacía el mayor, sonrió en cuánto lo vio cerrar de sus párpados, había visto a su mayor aguantar muchas cosas al ser solamente un Omega, quisiera poder ayudarle pero lo tiene prohibido.

── Descansa, Sae. ── murmuró en cuánto lo escuchó roncar

Esa cálida tarde ambos hermanos descansaron sin temor alguno, sintiendo la fresca brisa de las plantas y el suave cantó de las aves. Olvidando por completó, aquellas cansadas labores y responsabilidades qué ambos tenían.

Una tarde en la cuál ambos príncipes habían desaparecidos a ojos de sus padre. El rey muy angustiado buscó por todas partes sin resultado alguno.

── Rin. ── murmuró suavemente el Itoshi mayor, en cuánto abrió sus ojos en la completa oscuridad ── Despierta, ya es de noche.

── ¿Qué? ── susurro apenas audible, recién acabando de despertar

── Vamos hermano, padre a de estar muy furioso.

Ambos hermanos se levantaron, Rin con algo de ayuda de su mayor. Caminaron nuevamente por los mismos caminos y fueron directo a sus respectivas habitaciones, a la espera del regaño del adulto.

── ¡Sae! ¿En dónde estuviste, hijo? ── su padre se encontraba a algunos metros de distancia

── Padre.. estuve tomando un paseo por todo el palacio.

── No lo vuelvas a hacer, quedé mal frente a nuestros aliados. Te quedarás aquí en tu habitación, no quiero que salgas nunca más sin mi permiso. ── terminando de acercarse, su padre le regañó tomándolo de los hombros.

── Pero padre, no quiero casarme aún.

── Mira hijo, te tendrás qué casar quieras o no. Le darás sucesores a estás tierras y no podrás negarte a eso, yo soy el líder quién tiene la última palabra y e decidido esto, es por tu bien.

Las duras palabras de su padre le hicieron temblar, nunca había escuchado a su padre ir tan en contra de su voluntad y obligando de él a hacer actos tan bajos.

── Solo piensas en ti, quieres más aliados y solo me usas a mi. ── murmuró con tristeza, sabiendo la verdad detrás de todo ese show

── ...

ᵈᵉˢᵉᵒ ⸙ 𝑴𝑰𝑶  「𝚁𝚈𝚄𝚂𝙰𝙴」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora