Sae paseaba junto al Alfa moreno por aquellos tejados de las casas, admirando la belleza del cielo estrellado qué por encima de ellos se veía reflejado, la luna en lo alto hacia contraste con aquellos hermosos cabellos rubios, las esmeraldas del príncipe veían con admiración aquel físico delante suyo, admiraba aquella belleza qué ese chico poseía. Sus cabellos danzaban al ritmo de la refrescante brisa nocturna mientras veían desde arriba a aquellas personas vender por las noches mientras otros salían a robar de las mercancías no vendidas ese día, era un mundo completamente diferente el qué él príncipe veía.
Ryusei comentaba sobre muchas hazañas qué logró hacer en todos esos años, comentaba acerca de cómo había crecido su familia de cómo todos aquellos niños abandonados u extraviados pertenecían a la manada bajo su propia protección, él era quién robaba para alimentar a sus seres queridos y ese era un acto tan noble qué el Omega admiraba apesar de no estar bien. Shidou era un príncipe fuera del castillo.
── Lirio, dime por qué escapaste de tú hogar, ¿acaso te maltrataban allá? ── la curiosa mirada rosa estremeció todos los sentidos del Itoshi quién se sentía hipnotizado por hermoso color
── Si... ── tan deleitado estaba qué su respuesta balbuceo, no podía por más qué quería apartar la mirada sobre aquellos filosos ojos
── ¿En serio? Debiste haber sufrido mucho, lo siento. ── el Alfa se veía arrepentido de haber formulado aquella pregunta, su expresión había cambiado a una sorprendida y nostálgica, él poseía un gran corazón qué siempre lamentaba las desgracias ajenas
── ¿Qué? ── al caer en cuenta de su distracción, negó muchas veces agitando sus manos en señal negativa con mucha vergüenza en su rostro, había metido la pata ── Digo, ya sabes cómo está el mundo... los Omegas no valemos nada.
── Pero eso está mal, se les debería agradecer a los Omegas por concebir la vida.
── Eres alguien muy peculiar, Shidou. ── El más bajo contuvo su risa al mirar con extrañeza a su ajeno, pensaba qué era un chico muy tierno
── ¿Ah? ¿Por qué lo dices Lirio? ¿Acaso no es lo correcto?
Sae rio por lo bajito mientras veía enternecido al ladronzuelo, negó un par de veces con su mano al levantar su mirada y chocar sus esmeraldas con aquellas rubelitas, los colores podían fusionarse a la perfección mientras aquellos corazones palpitaba al compás del tambor ambos podían observar sus química más allá de lo físico. Sentían ese fuerte deseo de permanecer al lado del otro, qué fueron uno hecho para el otro, qué debían permanecer juntos apesar de lo qué el destino les pusiera enfrente por qué sentían esa chispa nacer en sus pecho.
── Lo malinterpretas, el mundo está arruinado y nadie piensa cómo tú, eres cómo un precioso diamante rojo Shidou.
── Lirio...
Las palabras quedaron cortas entre aquella brisa y el bullicio de la gente, el mayor sabía lo qué aquellas palabras significaban y su mirada se conecto más a su corazón, su mirada demostraba amor. Ambos pensaron en sentarse a disfrutar del entorno, mientras sus conversación apenas fluía.
Bajo el cielo estrellado decidieron reposar, sentados a orillas de aquellas casas oían al desierto hablar, las inusuales aves qué habitan entre ellos y los vecinos contando sus días laborales, el sonido de las pisadas de la guardia real poniendo en orden todo el lugar era el día a día entre aquellas desoladas calles, un paraíso para el precioso Omega. Las esmeraldas brillaban con intensidad cada qué apreciaba el entorno qué lo rodeaba, lejos de los lujos de su palacio o las órdenes de su padre, el regaño de su hermano y las miradas juzgadoras de todo el personal. Ahora el príncipe podía vivir libre, fuera de aquellos barrotes de hierro qué siempre le ataron, junto a aquel Alfa podía apreciar la otra cara de la moneda.
Era una experiencia única, una experiencia qué en su palacio nunca podría disfrutar y vivir en carne propia, todo aquel entorno parecía un paraíso.
── Sabes, eres muy encantador.
── ¿Ah, si? ── la filosa mirada del Alfa posó con diversión y malicia sobre aquel bonito Omega, expectante por la inusual confesión
── ... ── Sae nunca era consciente cuándo su cuerpo reaccionaba así mismo sin avisarle, cómo en esa ocasión qué a su rostro se le subieron los colores
── Lo siento, me deje llevar. ── murmuró suavemente ante la vergonzosa confesión qué realizó segundos atrás
── Tú también lo eres Lirio, eres muy encantador.
El Alfa poseía una sonrisa tan bonita qué siempre eriza todos sus sentidos. Podía ser qué su escasa relación con los Alfas lo tenía tan mal qué con tan sólo ver aquellos labios moviéndose al hablar, lo traían tan mal, le llaman, le exigen e incluso le reclaman buscar su contacto y besarle.
Decidió mejor desviar su mirada hacía el cielo, mientras escucha con atención todo lo qué su acompañante decía, el anochecer lejos del palacio era tan bello cómo exótico a la vez, él ama vivir lo qué sus parientes no pueden disfrutar.
Ryusei hablaba y hablaba sobre algunas normas de ese pueblo, tanto cómo las cosas prohibidas del lugar, con la gente qué se podía relacionar y con quiénes no, el chico poseía amplio conocimiento qué resultaba muy útil al príncipe.
── Ryusei. ── interrumpió repentinamente cuándo una fugaz pregunta cruzo su mente
── Dime, ¿qué sucede? Precioso.
── ¿Tú sabes amar?
La expresión del mayor se llenó de sorpresa por tales palabras, contestando a aquella duda con mucha tranquilidad siendo sincero en su respuesta. Shidou miró con serenidad y diversión al de rojizos cabellos.
── Si, he amado a muchas personas, amo a toda mi familia. ¿Por qué? Lirio.
Sae negó un par de veces con diversión, notando qué su nuevo amigo no había comprendido a lo qué se refería, decidió mejor corregir aquello:
── Hablo de manera romántica, ¿haz amado a alguien de manera romántica? Sólo es por curiosidad.Shidou lo pensó un poco, mirando al cielo y volviendo su mirada rosa al contrario ── No, no he llegado a amar a nadie de manera romántica... ¿y tú sí? Lirio.
Sae lo pensó y casi al instante respondió ── No, nunca pude relacionarme abiertamente con otras personas, sólo mi familia.
El moreno comprendió aquello y sólo asintió con una calmada sonrisa, podía sentir qué aquella pregunta qué recién se hicieron podía cambiar en un buen tiempo.
── La chispa puede encenderse en cualquier momento, Lirio, no lo olvides.
Puede qué sea el más inteligente de todo su país en torno de todo, menos en algo, del amor no sabe nada y mucho menos tiene conocimiento mínimo, así qué no comprendió las palabras dichas por el rubio.
¿Puede llegar el día,
en qué pueda amar a alguien?Ryusei es toda una caja de misterio, tanto exótica cómo fascinante.
Amor.
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¡Hola! Pido una disculpa por volver a publicar esta historia luego de un largooo tiempo, comentar qué en estos días estaré dándole continuidad a la historia para poder terminarla lo antes posible.Eso sería todo, muchas gracias a todos por seguir apoyando ^^
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ᵈᵉˢᵉᵒ ⸙ 𝑴𝑰𝑶 「𝚁𝚈𝚄𝚂𝙰𝙴」
Teen FictionUn sultán siendo el gran soberano de todo un enorme imperio, en las calurosas pero muy llamativas tierras de Arabia. A llegado a la decisión de dejar su cargo a uno de sus dos hijos y elige con mucho orgullo a su mayor, siendo este el heredero de to...