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── Príncipe Sae, venga por favor. No se esconda de sus responsabilidades, venga a las prácticas. ── una fuerte voz llamaba por todo ese lugar

Su alteza real, Sae Itoshi a huido nuevamente de sus responsabilidades y se a ido a esconder dónde sólo él sabe. Todos en el palacio lo andan buscando, por que apesar de ser ese chico el mayor, se comporta de manera equivocada pareciendo más al menor.

── Su alteza, entre poco estará la comida. El rey necesita de su compañía, venga a presentarse por favor. ── una joven dama llega a avisarle desde la lejanía de aquel pasillo, esperanzada en ser escuchada por el otro

Todos los llamados de atención y la búsqueda desesperada cesó, acabando con todo aquel ruido, los pasillos y el salón permaneció nuevamente en un profundo silencio, silencio que aprovechó el príncipe y con sumo sigilo se fue corriendo en dirección a la biblioteca, su lugar favorito.

Al entrar ahí, cerró las grandes puertas y subió escaleras arriba para estar en los pisos más altos de aquel sitio. Amaba con toda su alma esa construcción, atesoraba mucho todo ese lugar y era por un buen motivo, al llegar a un distancia muy alejado de la vista de los demás, se acercó a las repisas y se dispuso a buscar un libro qué llamará su atención o qué incluso, no hubiera leído ya.

── ¿Estos libros son tan inspiradores, no es así? Este lugar siempre permanece tan cálido, cómo en los primeros días. ── apesar de estar solo, le hablaba al aire. Dentro de ese lugar se permitía de ser libre

── Son varias veces las qué vas huyendo ya ¿puedes poner un alto a todo esto? ¿O voy a necesitar que cederte la palabra?

── ¿Rin? ¿Qué haces aquí? ── se exaltó al notar aquella presencia detrás suyo, temía ser llevado arrastras

── Solo vine a leer un poco ¿hay un libro acerca de amor? Necesito leer de eso. ── sin rodeo alguno, le explico a su hermano mayor

── ¿Y para qué quieres un libro qué traté sobre el amor? ── Sae lo miró extrañado, preguntándose el motivo detrás de ello

── Quiero ayudar a un amigo, eso es todo.

── En aquel pasillo lograrás encontrar varios, no leas los de etiqueta roja.

── Bien, gracias.

Sae pudo presenciar cómo su hermano desapareció de su vista en aquellos pasillos. Se sentía muy confuso con eso, sabía que Rin le había mentido pues por el motivo era de qué el menor, no tenía amigos qué estuviesen aquí cerca. Todos sus amigos eran de las lejanías de otros reinos y aparté de ese motivo, su ajeno era un egoísta si se tratase de información.

Lo único de lo qué podía hacer suposición era..

¡Rin se a enamorado!
Eso era realmente sorprendente.

Tras pensar en esa posibilidad, no pudo evitar sonreír como un ingenuo con la sola idea, su hermanito menor enamorado de alguien. Solo esperaba que fuese un chico encantador y muy atento a él, desea un cuñado muy especial.

Sae se paso casi todo el día en ese lugar, leyendo y leyendo libros llenos de información valiosa para cualquiera, era su hobby favorito el ir y dejarse llevar por aquellos argumentos y escritos muy bien redactados. Pero ya era tiempo de volver e ir a comer junto a su familia, con mucho pesar se levantó de su asiento y guardo su libro en su lugar, dejo aquella mesa ordenada y se dispuso nuevamente a recorrer aquellos inmensos caminos, bajando por aquellos pasillos lentamente, contando cada escalón qué bajaba.

Siempre se disponía a contar aquellos escalones para despejar su mente o para recordar aquello que había estudiado anteriormente.

── ¡Sae! ¿En dónde haz andado? ── su padre se acercó rápidamente hasta su hijo, tomando de su mentón y examinando todo su rostro y cuerpo, había pasado horas buscando a ese muchacho

ᵈᵉˢᵉᵒ ⸙ 𝑴𝑰𝑶  「𝚁𝚈𝚄𝚂𝙰𝙴」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora