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── Entonces, dices qué no eres de por aquí ¿no es así, Lirio?

── Si.. no soy de por aquí.

── Lo note en cuánto te observe. Parecías muy perdido con respecto a las mercancías.

── Lo siento, no sabía de tales reglas o enojos de la gente.

── No te preocupes, me tienes a mi.

Ese chico le brindo al menor una cálida sonrisa, muy reconfortante a su parecer qué eliminó toda pizca de temor qué sentía. Se dejó llevar por el cálido ambiente e imitó la acción del mayor, sonriendo con amabilidad y dando un flechazo al mismo tiempo, a aquel noble corazón.

Las mejillas del moreno se tiñeron en un suave carmín al apreciar la belleza del chico y quedando embelesado ante está, queriendo poder pintar en algún cuadro, aquel hermoso rostro y dejar marcado ese lindo momento qué vivió, de toda su vida solo esté a sido el mejor.

── Gracias, Shidou.

── ¿Eh? Si, no te preocupes. ── por un momento se había perdido en sus profundos pensamientos, el Omega le trajo de vuelta a la tierra

Sae se había percatado de la atenta mirada del contrario sobre sus ojos y eso le causó risa, había visto cómo el otro se viajó a su propio mundo astral. Shidou le era alguien muy peculiar y gracioso a la vez, era esa distinguida persona qué se caracterizaba por ser atentó y amable con todos, alguien noble.

── Shidou.

── Dime ¿qué sucede?

── ¿Qué tanto observas? ── la curiosidad del rojizo se notaba a kilómetros, quería saber el centro de atención de su acompañante

── El palacio.

── ¿Qué tiene de especial?

── Solo pensaba en todos aquellos príncipes y emperadores qué vendrán en estos días, todo por la mano de alguien.. es algo muy tonto a mi parecer.

El Itoshi inconscientemente abrió su boca muy sorprendido, quedando sin aliento ante tales palabras, nunca pensó qué alguien tendría sus mismos pensamientos. El moreno le miró y solo pudo soltar una pequeña risilla al ver el semblante del menor, solo pudo bromear un poco con respecto a eso.

── Oye precioso, ya sé qué soy hermoso pero no sueltes mucha baba.

Al percatarse de su mirada sobre el otro y peor aún, con su boca abierta, no pudo evitar su fuerte rubor en su rostro. Rápidamente se giró para qué el chico no lo viese así, se moría de la vergüenza.

── Lo siento, lo siento.. yo, no.

── Tranquilo, solo bromeaba. Sé qué te sorprendió mi respuesta.

── ¿Por qué no eres cómo los demás? Habló del interés por el incrementó de las ganancias, al haber una unión de reinos.

── No me gustan esas cosas, pueden haber muchas ganancias pero eso no significa qué sea por amor y dime anticuado, pero yo aún sigo las costumbres viejas.

── Eres muy peculiar, pero a la vez cómo la más exótica flor del desierto.

── ¿Quiere decir, qué soy único? ── la coqueta mirada qué Ryusei le mostró al príncipe lo hizo ruborizarse nuevamente

── Tómalo cómo quieras.. ── murmuró suavemente, nunca se había sentido así

¿Qué le está ocasionando este chico?

Soltó un suspiró para calmar un poco sus emociones, se sentía mareado de todo eso inesperado. Caminaba por aquellas oscuras calles de la ciudad, junto al ladronzuelo, qué a su parecer le era muy llamativo y no de mala manera.

ᵈᵉˢᵉᵒ ⸙ 𝑴𝑰𝑶  「𝚁𝚈𝚄𝚂𝙰𝙴」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora