Dumb N' Dumber! | Bokuto Kōtarō & Kuroo Tetsurō x 𝗧𝘄𝗼!OC.

──Capítulo X.

🌊-;; 10

¿Cuánto había pasado desde el último día en el campamento? No sabía, ni haría el esfuerzo por recordarlo. No por alguna dolencia, sólo por pereza.

Aori estaba en su asiento, como de costumbre, atendiendo la clase previa al receso tan esperado. Aunque si somos sinceros, las palabras que dijo Yuna Nishinoya ese domingo... son algo en lo que no puede dejar de pensar.

"─Hino-chan, ¿te gusta Bokuto-san?"

...

¿Quién sabría algo así? Ni siquiera ella tenía contestación.

Bueno, ella no, pero su corazón sí.

Con el tiempo que había pasado, iba hablando de vez en cuando, vía mensajes de texto, con Kōtarō Bokuto, y constantemente con Kenma y Yuna. Con los dos últimos, no tenía problema en expresarse o en leer las cosas que le enviaban, de hecho, eran conversaciones cortas y tranquilas. La cosa venía con el primero, que era el que más escribía, y por lo general, eran cosas que no llegaba a entender en algunas ocasiones.

Sin embargo, incluso si él le contaba sobre una mariposa con nariz roja que evolucionó a Godzilla en yukata... Si venía de Bokuto, Aori podría prestarle la máxima atención, y siempre tendría algo que responder para hacerlo sentir escuchado o comprendido.

Cuando le confesó eso a su amiga armadora, esta le respondió con el siguiente mensaje:

―Si eso no es amor, ¡entonces no sé lo que sea! (それが愛じゃないなら、何が愛なのか分からない！)―

Esa manera de expresarse por chat... En algo tenía que parecerse a Nishinoya.

La azabache sintió su rostro ruborizarse tremendamente, ocultándose entre su libreta y lápices para tratar de relajarse. 

Otra de esas frases por parte de la castaña llegó a su mente.

"─No te preocupes, yo te ayudaré."

Una casamentera no titulada, y ofrecida de celestina... Después de todo, no tenía de otra que recurrir a la persona más cercana a ella, que de paso estaba más cerca del búho hiperactivo.

"Noya-chan, por favor, aclárame los pensamientos confusos de ahora..."

Entonces, discretamente, sacó de su maleta el teléfono móvil que no quería tocar, encontrándose con mensajes extraños de Bokuto, y unos de su madre.

"Cierto, hoy trabaja hasta tarde."

Gracias a ello, se sintió más tranquila, distrayéndose y, por consecuencia, olvidando que tenía que contarle a Yuna el chisme del mes.

Claro está, que la chica no la dejaría tranquila hasta tener noticias nuevas o frescas.

Al momento de acabar de entrenar, una cansada armadora del Fukurodani se sentaba en el suelo de madera de su gimnasio, con una toalla alrededor de sus hombros mientras sacaba su móvil táctil, deslizándose por la pantalla hasta llegar al contacto más reciente.

─Nana-chan, ─llamó una de sus compañeras ─¿Te irás temprano hoy?

─¿Eh? Aún no... ¿Quieres que cierre el lugar, capitana?

─No, no quiero que regreses tarde a casa, sólo quería saber si te quedarías a practicar hoy también.

─Uh... Tal vez mañana.

La capitana Yoshida notó que su armadora estaba más distraída de lo usual. Y verla tanto tiempo metida en su celular era de extrañar. Entonces, hizo memoria del campamento de entrenamiento, sonriendo por lo bajo.