Dumb N' Dumber! | Bokuto Kōtarō & Kuroo Tetsurō x 𝗧𝘄𝗼!OC.

──Capítulo VI.

🌊-;; 06

Nadie sabía por qué, pero lo que suponía un partido de práctica, llevó a una rivalidad amistosa entre dos de las jugadoras: Nishinoya (7) y Hinomoto (10). 

Es decir... Yuna era molesta de por sí, no te hablaba, era indiferente... Pero era mucho peor cuando agarraba confianza; se había transformado en algo que no muchas chicas conocían. Aori, por su parte, trataba de regresarle los empujones amistosos, pero terminaba enojada y amenazando a la castaña. 

Pasó algo más tiempo, hasta que terminaran en dos sets ganados por Fukurodani, habiendo perdido Karasuno, y llegando a la conclusión de que era la armadora la que impulsó y fortaleció al equipo.

El día se pasó así, cada equipo contra uno diferente, entre saques poderosos, salvadas épicas, o colocaciones dignas de ver, cada jugador o jugadora aprendiendo del oponente, y reflexionando acerca de lo que debían hacer para mejorar.

En fin, pronto cayó la tarde, y era hora de dejar los gimnasios para preparar la cena entre todos. Después de eso, sería una opción dormir, o volver a la cancha, pero esta vez de manera libre; es decir, en solitario, para hacer lo que uno necesitara o creyera conveniente. 

Tras comer y relajarse, Yuna Nishinoya se encontraba lavando los trastes junto las managers de Karasuno, Kiyoko y Hitoka, hablando poco, pero estando en un ambiente cómodo por igual.

─Eh, Yuna-san...

─¿Hmm? ¿Qué pasa, Yacchan?

─¿Cómo está tu tobillo?

Qué linda... Se preocupaba incluso cuando había dicho que la lesión era pasada. 

Con una sonrisa cálida, la armadora se quitó los guantes de lavado, limpiándose las manos en un paño antes de palmear la cabeza de la más baja. 

─Estoy bien, pude jugar como siempre.

─Entonces, ¿seguirás practicando? 

─Pues...

─Nishinoya-san.

La susodicha y las managers voltearon a ver a quien llamaba, una chica de cabello azabache corto y con flequillo, bajita por igual. 

─Ah... Hino-chan, qué bueno verte.

Fuera de la cancha, no parecía mala persona, al contrario, esos ojos grandes como los de su hermano tenían un toque amable y atento.

Ante el silencio de sorpresa de la líbero, la castaña parpadeó.

─Eh... ¿Puedo asistirte en algo? 

─¡Ah! Es que... ─desvió la mirada, sintiéndose avergonzada por preguntar ─me gustaría aprender a armar también.

─Oh.

...

A veces, era corta de mente.

─Yuna-chan, creo que Aori-chan quiere que le enseñes a colocar el balón, ─comenta Kiyoko, haciendo que se sobresaltara.

─¿Estás diciendo que te enseñe? ¿Yo? ¿A ti? ¿De verdad? ─no podía creérselo. 

─... Sí.

Le costaba admitirlo en su cara, pero hasta ahora, era de las mejores armadoras que había visto; y de por sí, también era buena jugadora, versátil, podría decirse. 

─Pues... No tengo planes fuera de esto, pero, no trabajo de gratis.

Yuna extendió una de sus palmas, señalando con su dedo lo vacía que se encontraba.