Capítulo 11

219 27 1
                                    







El transcurso del tiempo en este pueblo tan demacrado había pasado sin pena ni gloria para Mogh.

Si lo piensas, vagar sin rumbo y sin un objetivo claro más allá de convertirse en el guardián de una reja de alambres viejos y oxidados no era lo más entretenido que una mente mortal podía encontrar.

Pero esto mínimamente era un consuelo que le servía para callar aquellas voces y susurros que llegaban a su ser en sueños y alucinaciones que conforme pasaban más ciclos solares, más se volvían recurrentes.

Pero además de eso, la monotonía de su nueva vida, se había visto ligeramente movida por la creciente presencia de cierta criaturita inoportuna.

Dos días habían pasado desde la última vez, y aún cuando esté pensaba que la pequeña alma se había ido para nunca regresar, una vez más se encontraba parada justo frente a él, hablando animada mientras le mostraba unas barritas de chocolate con toda la normalidad del mundo.

"Bueno Señor Mogh, hoy pasaba por el lugar, y pensé en compartirle un poco de mis chocolates Wonky." Jugueteo la niña conforme iba rebuscando en su mochila, sacando varias barras de chocolates de dicha marca.
"No sabía que tipos de sabores le gustarían más, así que traje un poco de todo." Terminó entregando el montón de dulces cubiertos por una bolsita de compras a una mano huesuda y demacrada.

Ciertamente, las inesperadas y muy pero muy recurrentes visitas de esta alma inocente, sacudían la terrible vida del monstruo humano.

Y una vez más, se encontraba sentado en un rincón, comiendo dulces con la niña a su lado.
"Y dígame, ¿Cómo es vivir aquí?" Pregunto la niña luego de un corto periodo de tiempo en silencio.

"Mmm....¿Como?..." Pregunto Mogh sin poder entender en un inicio la pregunta.

"¿Cómo es su vida por aquí?" Pregunto de nuevo la niña de manera curiosa.

"Oh... Bueno, no se...normal supongo..." Pese a que está respuesta no era lo que aparentemente esperaba la niña.

"¿En serio? ¿Y no se siente un poco  solo?" Esta pregunta aún que inocente de su parte, no evito dejar pensando al monstruo que no sabía muy bien como responder a ello. 

"...No...Estoy bien..." Se limitó a responder, sin atreverse a regresar la mirada a la niña curiosa que guardo silencio por varios minutos antes de que la misma volviera a levantarse.

"Bueno, ya es tarde." Manifesto la niña. Dando la evidente idea de que ya su visita terminaba por hoy. Cosa que pese a que Mogh deseaba por su seguridad, por breves momentos tenía una sensación contraria.
"Nos veremos en otra ocasión señor Mogh." Se despidió la pequeña con un pequeño saludo de manos.

"Oh si...nos vemos luego..." Farfullo este un tanto desanimado.









_______(Cierto tiempo después)_______









Después de que la diminuta criatura se despidió, y volviera a pasar a través aquellos barrotes oxidados. La leve esperanza de que está no volviera surco por la lúgubre conciencia del antes humano. Pero el mismo sabía que eso era imposible.

Por alguna extraña razón, el almita inocente buscaba alguna nueva clase de excusa para volver a tener otra extraña conversación con un monstruo como él y no sabía explicar el porque de ello.

De todas formas, la energía del pueblo una vez más se volvió a menguar, con el imperecedero silencio que lo rodeaba como ya era lo habitual. Con Mogh que una vez más iba acomodando su enorme cuerpo sobre el pavimento, esperando que otro día silencioso transcurriera como ya era la costumbre...hasta que...  

One Punch Man: El Humano Que Reencarno En Un Monstruo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora