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  Jinko se dirigió a los hombres a una velocidad inhumana y les tacleó sin hacerles mucho daño. Mōnsu en cambio, atacó a los hombres como una bestia. Dañándolos, pero sin llegar a asesinarlos.

Con unas cuerdas del lugar, Jinko amarro a los hombres dormidos. Dirigió su mirada a su compañero y vio como este aún permanecía eufórico, tenía un aura extraña y miraba con deseo a los hombres amarrados.

Con una gran sonrisa se acercó lentamente a ellos con sed de sangre. El albino nervioso y sin saber que hacer Intentó frenarle pero solo consiguió que el pelirrojo lo derribara al suelo.

Cuando ya estaba cerca de los cuerpos, una silueta apareció en silencio detrás de él y golpeó levemente su cuello derribandole. Mōnsu se desmaya por el golpe y el hombre le sostiene antes de caer.

-- Te dije que te controlarás, le darás una mala impresión al niño-- Dice con una mueca el castaño que le sostiene como princesa.

-- Jisatsu? Que hace aquí, y que sucedió?-- Dijo el albino confundido pero aliviado de verle.

-- No te preocupes por esto, se pone así a veces-- Suspiro con una sonrisa-- Todos tenemos cosas que nos cuestan dejar. Pero tú solo relájate, si vez que se pone así solo golpea un poco el costado detrás de su cuello-- Explico con una sonrisa.

-- Ya......... Veo-- dice aún confundido-- Pero aún no me responde, cómo supo que estábamos aquí, o por qué vino?

El castaño traga saliva con algo de pesadez y vuelve a sonreír como si nada.

-- Es solo que no podía dejar a Mōnsu solo contigo en una misión-- Se excusó-- Claro que podría enloquecer y no sabemos de qué es capaz, además eres nuevo y no sabrías que hacer y si llegara a lastimarse no podría darse cuenta y eso sería un problema para la misión-- El castaño hablo rápido Intentando disimular sus nervios.

Jinko suspiro con una leve sonrisa.

-- Ya, ya, ya entendí-- dice con una sonrisa-- Estaba preocupado por él no es así?

-- Claro que no! Cómo podría preocuparme yo por él? Se las puede arreglar bien sin mí!-- Le soltó casi dejándole caer pero volviendo a sostenerle al último momento-- Tal vez un poco-- dijo en un berrinche y con un leve sonrojo.

-- Okey, no diré nada!-- le hizo pulgar arriba con una sonrisa, luego le mira con algo de picardía.

-- Que no es eso!-- dice con un leve sonrojo.

Una limosina pasa por ellos en el lugar, ambos suben y Jisatsu coloca a su compañero delicadamente en el asiento delantero. El albino le mira con una sonrisita burlona y solo intenta ignorarlo.

-- Jisatsu....... Por qué Mōnsu enloquece de esa forma?-- dijo el albino con la cabeza mirando hacia abajo.

-- Ha tenido una vida difícil, aún hay cosas que le cuesta dejar, pero supongo que a todos les pasa a veces-- dice pensativo-- Aunque su pasado es desconocido para la mayoría, es fácil comprenderlo una vez que lo sabes-- dice con una pequeña sonrisa de nostalgia.

Jinko le mira y prefiere mantenerse en silencio.

-- Pero tú no te preocupes por eso! Eres nuevo aún y te queda mucho por aprender!-- Dice con una gran sonrisa-- Hasta ahora lo has hecho excelente, sé que no nos defraudarás.

-- Claro-- Dice ya cargando responsabilidad.

Llegaron a la base y vieron a la multitud de agentes reunida en el lugar, todos esperaban el inicio de la ceremonia. A penas Jinko se asomó a ver, Kyōken le tomó en silencio y le guía a un lugar.

-- A dónde me llevas?-- susurra el albino.

-- Guarda silencio-- le volvió a susurrar el azabache.

Llegan a una especie de "escenario" dónde estaba Rorikon al micrófono. El azabache le coloca en su lugar y se retira, dejandolo confundido.

-- Es bien conocida la situación de nuestro país, los tiempos que corren son cada vez más difíciles para los civiles que conviven cada día en este lugar. Es nuestro deber como agentes el proteger su normalidad a toda costa, ese es el objetivo que guía a esta organización. Hoy, un nuevo compañero se unirá a nosotros en acciones y causa, les presento al nuevo agente, Jinko-- Dijo Rorikon y todos aplaudieron-- Es nuestro deber guiarlo para que pueda progresar no solo como agente, sino como persona. Cómo compañeros de causa que luchan entre las sombras, como perros callejeros.

Todos aplaudieron y el albino permanecio nervioso, giro un poco la vista y vio a su compañero Kyōken no tan lejos de allí, el azabache esbozo una pequeña sonrisa y el albino devolvió la sonrisa de los nervios.

-- Kyōken, es tu deber como su nuevo compañero el guiarlo y acompañarlo hasta el final-- Dijo el presentador con una pequeña sonrisa burlona.

El resto que oía dirigió su vista al azabache que estaba entre el público, todos rieron un poco burlonamente y este se quedó algo fastidiado.

Jinko quedo confundido pero guardo silencio, la ceremonia continuo sin nada digno de nombrar y los agentes reunidos se disiparon según su trabajo correspondiente.

-- Jisatsu, tengo una duda-- el albino se acercó al castaño luego de que la situación se normalizara.

-- De que se trata? Viniste a mí porque me veo como el más inteligente?-- Dijo sonriendo con superioridad.

-- Ehh, no, estaba cerca. Por qué todos se rieron cuando nombraron a Kyōken como mi compañero?

-- Oh, eso-- Dijo riendo burlonamente-- Es solo que se ha negado a tener compañeros o hacer misiones conjuntas desde que ingresó, ni siquiera conmigo o Mōnsu. Pero, él mismo decidió reclutarte, e incluso solicito ser tu compañero. Eso es inusual para toda la organización-- Dijo mirándole con picardía-- Por qué será?-- Sonrió burlón y Jinko se sonrojo muy levemente.

-- No lo sé, seguro nada importante-- dijo esquivando el tema con una pequeña sonrisita.

-- Uuuyy alguien está sonríendo?-- dijo molestando-- Por qué tan feliz?~

-- De que hablas? Yo no sonreí!-- dijo nervioso.

-- Claro que sí, yo te vi~

Ambos continuaron hablando y el castaño seguía molestandole provocando que el albino se ponga algo nervioso sin saber por qué. En medio de la conversación, el azabache en cuestión aparece en silencio junto a ellos.

-- Jinko, Sígueme-- le agarro de la manga y le alejo un poco del castaño.

-- Eh? Que paso ahora?-- dice sin entender el albino pero dejándose guiar.

-- Tenemos una misión-- Dijo serio e intentando ocultar una sonrisita interna.

-- Parece que alguien está feliz de tener compañero-- sonrio a lo lejos el castaño viendo a ambos alejarse casi tomados de la mano.

El arte del espionajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora