Confesión

2K 222 138
                                    

— Esto es una mierda, necesito a Deku. — Decía entre gruñidos mientras intentaba atar una corbata al rededor de su cuello.

— DynaMight, cinco minutos. — Se anunció desde fuera del vestuario.

Lo ató como pudo, desordenado y con arrugas, pero lo hizo solo. Salió del camerino junto a su esmoquin negro y una corbata color verde oscuro, junto a sus preciosos zapatos oxford a juego del esmoquin.

Vio a personas correr de un lado a otro, pues hoy habría fiesta de celebración por llegada de unos adinerados desde otro continente.

Había pasado ya un año desde la despedida oficial del pro héroe Deku a Estados Unidos, un jodido año de insomnios, y soledad abrumadora.

Un año de vivir sin el calor y consuelo de Izuku, de sus murmullos, de sus patéticos intentos de crear una comida decente sin incendiar la cocina.

Un año sin Izuku.

Y una semana desde que no recibe ni un mensaje, ni una llamada de él, con la patética excusa de estar "Ocupado".

Está casi seguro de que ya lo olvidó, de que ahora se revuelca en la cama de alguien más mientras él sufre en silencio su distancia.

Los minutos pasaron y todo en la agencia brillaba en majestuosidad, todo menos el pro Hero DynaMight.

— Su atención por favor. — Habló uno de los héroes encargados de dirigir aquel show de payasos. — ¡Es un agrado recibir desde los Estados Unidos al prestigioso y honorable pro Hero Deku!

La mandíbula de Katsuki cayó hasta el suelo mientras miraba a una mata de cabello familiar subir al escenario improvisado de la agencia.

En su rostro se encontraban cicatrices que antes no habían, bolsas en sus ojos colgaban en su rostro y su piel lechosa llena de pecas, se veía mas clara que de costumbre.

Lucia un precioso esmoquin de un verde casi negro, una corbata anaranjada oscuro y sus patéticos zapatos rojos.

Sus grandes y cansados ojos verde jade escaneaban a la multitud mientras subía.

— Estoy agradecido de ser recibido de esta forma en mi amada agencia favorita. — Vitoreas se escucharon del publico. — Aprendí mucho en los Estados Unidos, lo digo de verdad.

Rojo y verde se encontraron.

— Pero realmente los extrañé. — Dijo mientras sus ojos no abandonaban los rojos. — Estar aquí, es estar en casa, no pasó un solo segundo en el que no pensara "Demonios, debí quedarme"

Sus palabras que eran dirigidas al publico, al mirarse fijamente a los ojos es como si aquellas palabras solo existieran entre ellos dos.

— Si me aceptan, volveré al trabajo ahora mismo, en esmoquin si quieren.

La gente rió, vitoreo y celebro, mientras poco a poco bajaba del escenario e iba por algo de ponche.

Katsuki dejó de mirarlo al acabar su discurso, fue y se apoyó en una pared mientras veía el suelo como si fuese la cosa mas maravillosa que existiera en el mundo.

Pasos se acercaron y vio unas feas zapatillas rojizas caminar hacia él, levantó la vista y vio a Izuku con dos vasos con ponche en cada mano.

— Ten. — Mencionó mientras tendía su vaso hacia él.

— Esto es un jodido Deja Vu.

El de rizos sonrió mientras el cenizo tomaba entre sus manos el ponche y bebía de él con tranquilidad.

— ¿Podrías acompañarme a un lugar menos ruidoso?

— ¿Planeas secuestrarme? — Preguntó el cenizo alzando una ceja.

¡Hey Kacchan! |BKDKBK|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora