Trajes

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— Esto es una mierda.

En la agencia donde trabajaban Katsuki e Izuku, se celebraba un evento benéfico crucial. La atmósfera estaba impregnada de personas influyentes con recursos, todos reunidos para recaudar fondos destinados a reparar los daños causados ​​a la ciudad tanto por villanos como por los propios héroes en sus esfuerzos por combatir el crimen.

Dada la importancia del evento, tanto Katsuki como Izuku debían lucir impecables.

— Kacchan. — Exclamó su compañero de equipo. — Es solo una corbata.

— Lo dice el tipo que hace ver una corbata como un maldito adorno de navidad, jodete. — Respondió para volver a su complicada misión.

El contrario suspiró y sin pedir permiso alguno tomó entre sus manos llenas de cicatrices los extremos de la corbata de Katsuki.

Katsuki a punto de alegar, se contuvo al sentir el hermoso aroma que irradiaba el mas pequeño, con sus mejillas ligeramente sonrojadas vio el rostro de concentración del otro, su ceño fruncido, sus labios en un jodido puchero y sus ojos fijos en su objetivo.

Suspiró derrotado observando el verde bosque frente a él.

— Listo, Kacchan.

El nombrado se alejó para acercarse a un espejo, su mandíbula cayó sorpresivamente mientras una sonrisa llena de encías se alzaba a la vista.

— No eres tan inútil como te ves. — El contrario resopló sonriendo. — ¿Cómo mierda sabes hacer esto pero en ti es un desastre?

La corbata de un hermoso color anaranjado lucia perfecto, su nudo en su lugar, el largo totalmente adecuado, no había arrugas ni imperfecciones.

— Talento, supongo. — Dijo para volver a su propio enredo, pero en sus rizos. — Suelo ser bueno para los demás, para mi soy un cero a la izquierda.

El cabello de Izuku siempre había sido un problema desde pequeños, era suave, esponjoso pero un total desastre y se veía bien siendo un desastre.

— Déjalo, te ves bien así. — Murmuró Katsuki mientras salía rápidamente del vestuario en la agencia.

El pequeño se miró al espejo, vio sus rizos y capturando uno con sus dedos tímidamente sus mejillas se transformaron en un intenso y hermoso color rojizo.

Con una sonrisa entintada en sus labios salió del vestuario, su traje negro y su corbata mal atada color verde le favorecían bastante, al igual que a la mayoría en la agencia.

— Debiste ponerte zapatos adecuados, Midoriya. — Habló Kirishima, quien trabajaba en una agencia en otro lugar, pero quien también ayudaba en la fiesta benéfica.

— Déjalo pelo de mierda, Deku es Deku. — Mencionó Katsuki quien había estado esperado fuera de la habitación al mas pequeño.

Tiró de él desde su brazo y lo arrastró hasta el circulo lleno de gente "importante" y llena de dinero en la fiesta.

Zapatillas rojas, y zapatos oxford pisaban el suelo al caminar.

— Probando, 1, 2, ejem — Empezó a hablar el dueño de la agencia por el micrófono. — Primero que nada darles la bienvenida a todos y cada uno, también agradecer profundamente su participación en esta fiesta de recaudación benéfica para ayudar a la ciudad con los daños de propiedad.

— Espero una buena cerveza después de esto. — Se mencionó desde el fondo a lo que todos rieron con calma.

— Si, si. — Volvió a hablar el dueño. — Recordarles que en unos minutos dos de nuestros héroes serán llamados a la pista de baile totalmente al azar para abrir la ceremonia oficialmente.

Las personas, junto a los héroes aclamaron la idea.

— Para finalizar volver a agradecer su participación, por favor, disfruten la fiesta.

La gente se volvió a dispersar para disfrutar la fiesta mientras Katsuki e Izuku aun miraban con recelo el escenario en donde se encontraba anteriormente el dueño.

— Pobre de los idiotas que bailen hoy. — Habló Katsuki.

— Je, si. — Dijo con nerviosismo el mas pequeño. — Iré a beber algo.

Con esto, se fue dejando totalmente solo a Katsuki, las personas le intentaban sacar platica, hablarles de sus labores, de su gran trabajo de héroe, de como podría mejorar su actitud hacia los transeúntes, etc.

Esto lo enfureció profundamente y simplemente se alejó.

Desde la distancia vio al de rizos verdes hablar muy animadamente con Uraraka, con dos vasos con ponche en cada mano, suspiró y volteó la mirada hacia otro lado, totalmente derrotado.

Unos pocos minutos pasaron antes de sentir una suela de zapatillas acercarse, abrió los ojos y vio aquellas espeluznantes zapatillas rojas. Alzó la vista y vio a Izuku sosteniendo ambos vasos en cada mano aun.

— Te ves como un idiota. — Habló.

— Gracias Kacchan. — Dijo para luego tender un vaso en dirección a Katsuki. — Ten.

El nombrado miró al vaso para luego alzar la vista hacia el pecoso y levantar una ceja.

— Entiendo, esto es demasiado para ti, me lo llevaré.

— Como la mierda que lo harás. — Habló para arrebatarle la bebida y beberlo todo de un solo trago.

El contrario solo sonrió sabiendo perfectamente lo que había hecho.

— Su atención por favor. — Habló Hawks al micrófono. — A continuación se elegirán los héroes que abrirán la pista de baile.

Todos tomaron su total atención mientras se acercaban al escenario para estar atentos a todo.

— Los héroes que bailaran y abrirán la pista de baile son... — Decía mientras sumergía su mano en una caja llena de papeles con nombres para luego sacarla y leer dos de ellas. — ¡DynaMight y Deku!

Izuku escupió su bebida mientras Katsuki miraba a Hawks en busca del chiste en aquella absurda broma.

— Jodanse. — Dijo Katsuki para ponerse en postura y querer salir del lugar.

— Oh entiendo, crees que bailarás mal. — Habló Hawks sabiendo muy bien como apretar los botones en él. — Entonces sacaré otro nombre y-

— ¡Como la mierda si sacas otro! ¡Soy un jodido profesional! — Gritó mientras caminaba furioso ante Izuku y tomaba su mano mientras le susurraba. — Más te vale no pisarme o te enterraré vivo.

El pecoso tragó con fuerza, la música empezó a sonar. La gente se reunió dándoles un circulo perfecto en el cual moverse, Katsuki tomó su mano, la alzó y con la otra lo sujetó de la cintura.

Ambos con las mejillas enrojecidas mirando atentamente los ojos del otro empezaron a moverse. La mano en el hombro de Katsuki no se alejaba, los ojos verdes fijos en los rojos no se movían.

Sus pies dieron pasos de un lado al otro en perfecta armonía mientras la música sonaba.

Las personas estaban en total silencio presenciando tal hermosa danza interpretada por los héroes mas grandes de Japón, sus trajes negros junto a sus corbatas a juego con sus cabellos resplandecían la pista de baile dejando a todos atónitos.

Poco a poco la música se fue acabando y con ello sus pasos, pero los ojos puestos en el otro no se apartaron ni cuando la música volvió a sonar para que otros empezaran a bailar.

Rojo y verde no se apartaron.

Rojo y verde sonrieron embobados.

Rojo y verde usaban sus trajes tan negros y corbatas a juego, que podrían casarse en ese mismo momento y ninguno diría que no mientras sus ojos nunca se abandonaron.

¡Hey Kacchan! |BKDKBK|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora