Megumi, Yuji y Sukuna.

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Una de las cosas que más, mucho más se le complicaba a Toji después de hacer la lista del mandado era el cambio de pañales que tenía que realizarle a Megumi, una de las grandes pruebas de la cuales tuvo que aprender de la niñera quien fue muy paciente con alguien como él.

- ¿No sería genial que fueras capaz de cambiarte los pañales tu mismo, Megumi? - Soltó una risa, tomando unas toallitas húmedas para limpiar a su hijo, mirando como este le hacía caras raras por lo que solo negó.

- ¿Toji?

- ¿Eh? - Giró para ver a cierto hombre de cabellos rosados entrar por la puerta, se veía apurado y algo nervioso, sus dos pequeños estaban por llorar así que lo vio entrar para dejar sus cosas y recostar a su gemelos uno al lado del otro.- Jin.

- Pensé que no volvería a verte después de ese día.- Murmuró, mirando a sus pequeños.

- Digamos que estuve algo ocupado cuidando de Megumi entre otras cosas que ya no pude llamarte.- Contestó.

- Entiendo, es algo normal cuando tienes un hijo, ellos consumen la mayor parte de mi día o lo que queda después del trabajo.- Sonrió. Quitando las pañales de los gemelos, tomando unas toallitas húmedas y limpiarlos con mucho cuidado.

Toji veía cada movimiento que el ajeno hacia, memorizado y al mismo tiempo imitandolo para hacer su trabajo con el pequeño erizó que tenía aún a medio cambiar.

Los dos terminaron, suspirando al mismo tiempo y soltando una risa de paso.

- Y bien... ¿Cómo vas con esto de la paternidad, Toji? ¿Megumi se porta bien? - Jin sonrió, mirando al ajeno con un cariño que solo le había tenido a cierta cantidad pequeña de personas.

– Es un niño tranquilo y no me causa muchos problemas ni siquiera a la niñera cuando lo dejo a su cargo.– Explico, Megumi ya estaba en sus brazos un poco más calmado y mirando a su padre, tratando de tocar su rostro con esas pequeñas manitas.

– Ya veo – Jin tomo a sus gemelos en brazos los cuales se aferraron al ajeno sin querer soltarlo.– ¿Te parece si vamos hablar a otro lado? – Jin sonrió, tomando sus cosas y aproximándose a la salida de aquellos cubículos.

– Ah, si.– Observó como Jin salía del lugar, dándole una miradita a Megumi.– Creo que papá tiene una cita después de mucho tiempo...– Megumi solo observó, recargando su cabeza de Toji para mirar a la salida, curioso de esa persona y esos niños.


Toji camino unos metros fuera del lugar encontrándose con un Itadori Jin a lo lejos, sonriendo por verlo.

Le gustaba esa vista, le gustaba que alguien estuviera esperando por el y su hijo. Le gustaba Jin.


– ¿Y que quieres hacer? – Llegó a su lado, tocando las manitas de Yuji ya que Sukuna le hizo cara de fuchi, cosa que Megumi imitó.

– Estaba pensando solo quedarnos a hablar o tal vez ir por un café, hay un lugar cerca de aquí que sirve un café y postres muy deliciosos, tal vez te guste.– Murmuró.– podremos conocernos mejor.

– Me gusta la idea.

Los dos asintieron, acomodando bien sus cosas para comenzar a caminar a su destino, la plática fue entretenida y más para Toji porque era el único que preguntaba cosas a Jin, queriendo saber más de él, su vida, su día a día y como fue que terminó con dos gemelos en sus brazos.

– Entiendo.

– ¿Y tú esposa como fue que..--

La pregunta no pudo ser formulada por completo ya que Toji señaló la cafetería que menciono minutos atrás. Este solo sonrió, aún con la pequeña espina de que fue lo que pasó con la esposa de Toji y el naciendo de Megumi.

La pareja entro al local tomando asiento lejos de la gente que se encontraba ahí para que sus bebés no se sintieran incómodos.


Jin y Toji se encontraban frente a frente, sus pequeños en sillitas especiales que se les fue proporcionadas. Cada uno mirándose fijamente hasta que el menor apartó la vista, avergonzado por como Toji le hizo sentir en ese momento.

Los suaves murmullos de las risas de Yuji, Sukuna y Megumi llenaban el espacio mientras los tres bebés jugueteaban en sus sillas altas.

– Me gusta.– Dijo Toji, mirando lo avergonzado que se encontraba su acompañante.

– ¿El lugar? – Jin Idiota, pensó.– Es muy bonito, recién abrieron y tenía muchas ganas de venir a probar sus postres.

– Si, me imagino.

Los dos ordenaron, un cheesecake de fresa para Jin y Toji un café negro sin postre. Los gemelos y Megumi tenían lista su comida, cosa que Jin andaba cargando y también Toji por recomendación de la niñera.

– Ellos se ven muy felices... – Refiriéndose a los gemelos.– Pensé que los bebés que pierden a su madre sufren por algo así.– Y lo sabía por experiencia propia pues Megumi sufrió la perdida de su madre, tan solo un bebé sabía que ella no estaba, que necesitaba el calor, cariño y el sonido de su progenitora, un apego que se hizo desde su nacimiento y que no volvió.

– Kaori no fue muy apegada a Yuji y Sukuna.

– ¿Por qué?

– Es algo... Difícil de explicar.– La orden llegó a su mesa, Jin comenzó a comer evitando el tema de su esposa, no era venganza por lo de antes, era más bien el miedo y tristeza que ella le causó que le hizo olvidar ese incidente.


– Entiendo.


El transcurso del día fue así, evitando preguntas y solo concentrándose en los gemelos y Megumi, consejos de como cuidar a los bebés, comidas para ellos, ropa y cosas que de enfocaban en los niños.

Al terminar Jin pagó, cosa que no le gustó al pelinegro.


– En la próxima salida pagas tú.

– ¿Tendremos próxima?

– Por supuesto, no fue una salida algo...– No encontraba la palabra por lo que negó.– Una segunda salida me gustaría mucho. A todo esto, Toji.


– ¿Si?

– ¿En qué trabajas?

– ¿Eh?

– Lo pregunto más que nada por Megumi, tal vez en tu trabajo tengas que estar más tiempo ausente y yo pueda ayudarte, claro... Cuando la niñera no esté libre.

– ¿Mi trabajo?

– Si.

– Yo...




...

N/A: Nunca pregunté esto pero...

¿Quieren que Toji sea un asesino de hechiceros? ¿Cuántos meses creen que tenga Megumi, Sukuna y Yuji?

Siento que es más interesante.

Ayuda es mi primer ToJin. Además necesito una buena portada.

Papá Primerizo « ToJin »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora