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Como era de esperarse de cada fin de semana, Lucas, mi hermano había invitado a un par de sus amigos y también habían algunas amigas.
Algunos me caían bien y otros no. Entres los que no, habia uno que lo tenia directamente en la lista negra por intenso. Giovani.
Me escribía constantemente por instagram, me respondia las historias y cuando venia acá se pasaba de chamuyero. Ya me conocía todos sus chamuyos.
Siendo un jugador, se la creia mucho y esa era la parte que no me gustaba. Creia que solo por eso iba a caer rendida en sus brazos, pero no. No me llamaba la atención, a parte de que yo estaba en onda con otro chico.
Pero como dije, hoy, sábado Lucas habia traído a todos a casa. Y lo bueno de esto, era que estaban en el quincho, desde acá se escuchaban las risas no mas.
— Hija, ya sale el vuelo en media hora... Tu mama les manda besos.— dijo mi papa en la llamada.
— Buenísimo pa... Mandale besos igual.
— Fíjate que no hagan cagadas. Y cuídense.
— No pa, tranqui. Yo te llamo mañana.
— Dale amor, nos vemos en unos dias.
Se fueron ambos dos de viaje por su trabajo, y volvian pasado mañana.
Por la ventana pude ver que Giovani recién llegaba junto a otro chico más. Suspire pasado y justo cuando estaba por subir las escaleras lo escucho hablar a Lucas.
— Neni, me preparas la ensalada porfavor? — Neni, así me decía el cuando queria un favor.
— No puedo, tengo que estudiar.— dije amagando a subir de vuelta.
— Dale no seas mala...— dijo.
— Sos pesado Lucas.— suspire y baje para ir de vuelta a la cocina.
No me quedo otra y me quede haciendo la ensalada. Era tarde y yo tenia que estudiar porque el lunes tenia un parcial. Y este me ponía a hacer una ensalada.
— Mira quien esta por acá...— conocía esa voz que irritaba mi paciencia.
— La puta madre...— dije en voz baja.
— Hola linda. ¿Como estas?.— dijo Giovani para saludarme.
