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Me habían invitado a una cena los compañeros de mi trabajo. A Aimar no le había gustado mucha la idea, decía que todos me tiraban onda. Pero ese era su típico discurso que tenía cada que yo salia. Pero cuando el salia, yo no le reclamaba nada.
- La próxima no lleves nada puesto directamente.- lo mire sacando mi vista del gran espejo.
- Sos un exagerado cuando queres...- dije poniéndome perfume.
- Ah y te bañas en perfume.- dijo levantándose de la cama.- Estoy listo para sostener los cuernos mañana.
Me rei ante su comentario. Y me acerque a el.
- Si me esperas despierto, te lo puedo compensar. - dije en un susurro, pasando mis manos atrás de su nuca.
Pero este se safo, para quedarse en la puerta.
- Voy a estar como un tronco durmiendo.- dijo y se fue.
Siempre el mismo tema cuando yo salia. Pero después se le pasaba.
La noche estuvo, buenísima.
Tome algunos tragos, baile y comi de todo. Los tacos ya empezaban a molestar.
- Voy al baño, ya vengo...- dije casi gritando. La música estaba fuerte.
Aproveche para sacar mi celular, para ver los mensajes de Pablo.
"Como va tu noche?" 00:34
" Parece que interesante" 02:55
"🙄" 03:21
"No era que ibas a estar durmiendo?"
Me clavo el visto después de mi mensaje. Y ya sabia que estaba enojado, y ese mensaje era para empeorarla.
Ya iban a ser casi las cinco de la mañana. La música todavía sonaba, y el ambiente se prestaba. Pero yo ya no daba mas.
Salude a mis compañeros y me saque los tacos para manejar. Pablo se había rehusado a traerme. Así que tuve que agarrar el auto yo. Estaba en perfectas condiciones para manejar por si cabe alguna duda.
Cuando llegue, una luz estaba prendida. Me encargue de dejar mis cosas en la entrada, para subir a nuestra habitación, y ver el torso desnudo de Pablo.
