Si pero no

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En la caja de tela solo había una llave con una nota que tenía escrita una dirección. Me senté en el sofá y me puse a pensar de dónde sería la dirección hasta que sonó mi teléfono con un mensaje, era mi hermano.

Mierda seca: Estoy de camino y voy con Sara, calienta la comida que ha dejado mamá en el microondas.

Chacha: No soy tu criada, cuando vengas te calientas tu la cena que yo no voy a cenar en casa, estoy saliendo por la puerta.

Mierda seca: Mejor no pregunto. Mañana me cuentas a quien vas a acosar y/o violar.

Y le dejé en leido. No queria contarle lo sucecido con Iván anteriormente.

-Ahora que hablo de... Será carbón...- dije pensando en voz alta. Y me fui en dirección al hotel del anteriormente nombrado en la conversacion con mi hermano.

Nunca imaginé que llegaría a vivir tal cosa de novela wattpad. Sólo me queda que mi sunshine este tras esa puerta y me bese apasionadamente y tengamos sexo descontrolado mientras suena de fondo el último cd de The 1975.

Y sumergida en todos mis pensamientos sucios respecto a Ashton Fucking Irwin, yo y la habitación desconocida llegué al recibidor del Hotel y pregunté en que planta estaba la habitación de la llave. La chica super maja con una sonrisa en la cara me explico que tenia que atravesar el comedor para ir al edificio de atrás y subir al tercer piso y luego girar a la izquiera y en la segunda puerta situada en la derecha del pasillo se encontraba mi destino.

Haciendo caso a todas las indicaciones de la mujer sonriente llegué a la susodicha habitación y abrí la puerta con la tal llave misteriosa. Por lo que había entendido con las explicaciones de la mujer de recepción era que esta parte del hotel era la mas privada y reservada para aquellos clientes que les gustaba la privacidad o que no querían ser muy vistos, tipo famosos y demás. Cuando entre a la habitación en la parte derecha del pasillo que entraba a esta se encontraba una puerta que separaba un gran cuarto baño con una gran bañera con una enorme colección de sales de baño. Mas hacia delante se encontraba ya el espacio de la cama con un enorme escritorio con espejo delante de ella. Por el reflejo de este pude observar el pequeño cuerpo del chico que intento besarme anteriormente en la mañana dentro de esa enorme cama para jugadores de baloncesto. Me di la vuelta y me quede unos minutos embobada mirando su cuerpo desnudo que solo contenia unos boxers negros apretados. Me fui acercando poco a poco hasta llegar a su lado y sentarme en la cama. Al principio estuve dudando en si quedarme a dormir o simplemente irme y venir mañana por la mañana, pero lo vi dormir tan agusto en la cama y hacía tanto que no lo veia que decidí coger una de sus camisetas que tenía por encima del escritorio anteriormente nombrado y ponermela después de deshacerme de toda mi ropa, menos la interior, y acostarme junto a él. Le abrace el pecho y mirando su dulce cara le susurre

-lo siento por todo, se que a veces soy algo difícil, pero entiendeme, hace mucho que no nos vemos, y las cosas han cambiado mucho. Puede que antes muriera por ti, pero ahora todo ha cambiado, hasta tú has cambiado. También se que no pierdo nada intentandolo, pero solo has venido a visitar, no para quedarte y no quiero volver a sufrir como sufri con Kevin, por favor.- y dicho esto, me acomode en su pecho y me dormí placidamente soñando en que pasaría con él, con mi hermano y con mi futuro.

A la mañana siguiente me desperté con un cosquilleo en mis mejillas. Noté que alguien estaba repartiendo besos y caricias en estas, y en cuanto abrí un poco mis ojos vi los del castaño con el cual me quedé dormida la noche anterior.

-Buenos días- sonrió dulcemente dándome la sensación de alivio, seguridad y amor que todo ser humano ama.

-Buenos días- le besé.

Un futuro inesperado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora