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✼↫𝕄𝕒𝕣𝕒𝕥𝕠́𝕟↬✼

A la mañana siguiente Yibo se levantó temprano, se dio un baño y se colocó un traje color vino. Se peinó el cabello y salió camino a la cocina, preparo el desayuno y se encamino a la habitación de su cachorro, trataría de seguir su rutina diaria. No porque un omega este en su casa y lo vuelva loco con su aroma debería de cambiar algo ¿verdad?

Suspiro y entro a la habitación, pero un fuerte aroma a caramelo lo golpeo haciendo que su lobo moviera su cola y deseara lanzarse a ese dulce omega.

―Contrólate Yibo― cubrió su nariz y se acercó a la cama de su hijo.

Y justo en ese momento sintió como su lobo rasguñaba por salir y abrazar a las dos personas que estaba profundamente dormidos. Zheng estaba con una pijama de osito, mientras que Zhan con una ligera pijama de seda, dejando ver parte de su piel. Rayos iba a volverse loco.

―Despierten― susurro― es hora de levantarse― se sentó al borde de la cama― ya despierten― comenzó a hacerles cosquillas en los pies.

Comenzaron a moverse y estirar sus cuerpos, así que se levantó de la cama y comenzó a salir de la habitación.

―Ya despierten se nos hace tarde y tengo que pasar a dejarlos― bajo las escaleras y comenzó a servir.

Y es que la verdad si tenía una persona que se encargara de la casa y todos los deberes domésticos, pero él tomaba la responsabilidad y el tiempo para preparar el desayuno y pasar por lo menos la mañana en familia, sus padres se lo habían inculcado y eso no le molestaba.

A los minutos dos omegas y un cachorro bajaban ya listos para su día. Desayunaron tranquilos en una que otra platica casual, terminaron y comenzaron a salir.

―Cheng quiero que vayas a la empresa con la que estamos trabajando, el nuevo comercial está casi listo, muéstrale lo que tenemos y avísame si requieren un cambio.

―De acuerdo, los veo en la noche.

Se despidió de su sobrino y amigo, se subió a su auto y se fue.

―Zheng, Zhan, andando se nos hace tarde.

Los tres se subieron al auto.

―Dejaremos a Zheng en el colegio, luego pasare a dejarte a tu trabajo

―Está bien― fue lo único que respondió Zhan

Y es que se odiaba por que recordaba aquel día que el alfa lo había besado apasionadamente en ese mismo auto, pero también recordó las palabras que este le dijo y su nerviosismo paso a un leve enojo.

―Zheng, ¿ya no has visto a aquellos mocosos?

―No― dijo jugando con sus manitas.

― ¿Qué mocosos? ― pregunto Yibo.

―Cuando Zheng y yo nos conocimos, ese mismo día vi como unos mocosos malcriados molestaban a Zheng, me dieron ganas de golpearlos pero me iban a echar del colegio si hacia eso.

―O a la cárcel― dijo el mayor quitándose los lentes y poniendo más atención.

―Si como sea, pero ahora me arrepiento.

― ¿De ayudar a Zheng?

―No. De no darles una paliza a los mocosos, en serio solo al recordarlos mi omega quiere salir a regañarlos― hizo sus manos en puño.

―Tranquilo ya paso― se acodo en el asiento― pero ya me imagino tu regañando a unos cachorros, se supone que los omegas cuidan de ellos, no todo lo contrario.